Cuando entramos en una habitación oscura y activamos el interruptor, pareciera que instantáneamente desaparece la oscuridad y la habitación se llena de luz.
Los científicos nos dicen que la luz viaja aproximadamente a 300 000 kilómetros por segundo. Si pudieses viajar a la velocidad de la luz, podrías darle siete vueltas y media a la Tierra en un segundo.
La luz es una maravilla y sus cualidades son un testimonio verdadero de su naturaleza divina y su origen. Así funciona físicamente la luz, pero también es la manera en la que funciona la Luz del Creador en nuestra vida.
Cuando activamos la Luz en nuestra vida, se resuelven los problemas, se disipan las disputas, aparecen instantáneamente las soluciones y todo lo que requerimos llega a nuestras manos. Este es el poder de la Luz.
La Kabbalah, que en hebreo significa “recibir”, es el manual de nuestra vida que nos enseña a atraer la Luz del Creador. El propósito de la vida es aprender a atraer esta Luz a nuestra vida y al mundo.
Esta semana, esta milagrosa Luz brilla en el cosmos quizá con más intensidad que en el resto del año. Activamos el interruptor y se enciende la Luz en nuestro mundo oscuro para traer a nosotros la claridad, la visión, el entendimiento, la paz, el amor y la orientación que hemos estado buscando.
El cosmos nos apoya esta semana con una enorme energía que suma en nuestras vida y nos permite ver claramente nuestro próximo paso mientras también nos da bendiciones inesperadas.
Ahora tenemos la oportunidad para manifestar esta Luz del Creador que puede eliminar los obstáculos, el caos y los problemas que hemos estado enfrentando. Si estamos dispuestos a ser un canal para esta energía, esta semana puede ser verdaderamente una de las más promisorios de todo el año.
Karen Berg
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