jueves, 10 de mayo de 2018

La vida es un aprendizaje eterno, hasta fundirse en el Infinito.


Todos estamos aprendiendo.
Porque este es un planeta "escuela".
Algunos llegaron antes y están más avanzados; son almas antiguas.
Y otros recién están empezando.
Requerimos aprender a alimentarnos.
Aprender a ser felices.
Aprender a perdonar.
Aprender a orar.
La mayor parte no sabe orar.
Van a la Iglesia durante años, pero no entienden cómo reacciona el Universo a sus emociones.
Piden desde la carencia; suplican como mendigos; con apremio; con angustia; con impaciencia.
No entienden la Ley de la Atracción.
Los profesionales que los guían también sienten la carencia.
Y los fieles los siguen durante toda la vida.
Hasta que un día se cansan por falta de resultados.
Piden y piden durante años y apenas obtienen una migajas.
Pero otros han aprendido a orar porque llevan más tiempo en la "escuela planetaria".
Las almas antiguas piden y reciben con una facilidad asombrosa.
Han aprendido a orar.
No van a las Iglesias, porque han aprendido que éstas son organizaciones que no liberan, sino que crean dependencia.
No desean compartir su poder con sus fieles.
Porque éstos podrían hacerse fuertes y abrir una iglesia propia.
Y deberían compartir su territorio con éstos alumnos avanzados.
Una canción de Mick Jagger se titula "God gave me everything".
(Dios me ha dado todo lo que quiero)(ver letra completa en el video al pie)
Yo creo que es un alma antigua, porque es un maestro de la manifestación.
Es uno de los hombres más ricos de la Gran Bretaña.
Ha recibido condecoraciones.
Ha aprendido a seducir a millones de seguidores.
Su música ha inspirado a generaciones enteras desde los años 60.
La técnica de oración que aplica se basa en los principios de la llamada Ley de la Atracción.
Que promueven sabios como Gregg Braden y Neville Goddard.
Persigue objetivos bien definidos con pasión ardiente.
Y no para hasta su extrema manifestación.
Lo ve con el ojo de la mente y siente que ya es suyo.
Asume que Dios lo ama profundamente y no dejará de darle lo que desea.
Hasta de un cantante podemos aprender.
Hasta de un boxeador.
Hasta de una simple ardilla.
Porque este mundo, este universo es la más grande escuela.
Y no se requiere examen de admisión.
Porque no hay principio ni fin.
Es un aprendizaje eterno, hasta fundirse en el Infinito.

-Martín Macedo-

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