lunes, 21 de mayo de 2018

La libertad

En el momento que seas libre del pasado y el futuro, siéntate junto a un árbol, susurrale algo al árbol y no tardarás en saber que responde. Por supuesto su respuesta no va a ser con palabras ; quizá deje caer flores sobre ti ; quizá baile con el viento. Y si estás sentado muy cerca, tocando al árbol con la espalda, empezarás a sentir cierta sensación nueva que nunca antes has sentido. El árbol está vibrando de amor por ti.
Toda esta existencia está llena de amor, llena de libertad... excepto el desdichado ser humano. Y el único responsable de ello eres tú. Y no es una cuestión de ir dejando gradualmente las cosas que te hacen desdichado. Pero la esclavitud nunca se deja gradualmente : o lo has entendido y eres libre, o no lo has entendido y estás tan solo fingiendo que comprendes.
La libertad no llega a trozos, ni tampoco la esclavitud se va a trozos. Cuando llevas luz a una habitación oscura, ¿ no lo has visto ? ¿ Se va la oscuridad a trozos: una pequeña parte, luego otra parte, haciendo cola, saliendo de la habitación ? ¿ O llega la luz a trozos : un poco de luz, luego más, y luego más? No, en el momento que introduces la luz, no hay oscuridad.
En la comprensión misma de qué es la libertad... eres libre. No es cuestión de tiempo, o de algo gradual. La vida de un ser humano es pequeña. Sé decidido con ello : tienes que ser libre en tu alma, porque esa es la única libertad que existe.
OSHO
Del Libro Libertad.

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