martes, 22 de mayo de 2018

La más alta medicina cura ante todo el miedo


El miedo a engordar nos engorda.
Y el miedo a adelgazar nos adelgaza.
Cuanto más intenso es el temor más rápido llega su manifestación.
Curar una enfermedad física sin curar el miedo no es una medicina de calidad.
La más alta medicina cura ante todo el miedo.
Y una vez resuelto el tema del miedo lo demás viene fácil, cae por su propio peso.
Algunas personas no quieren hacer macrobiótica por miedo a quedar demasiado delgadas y perder atractivo físico.
Pero por otro lado desean estar saludables y también temen que su enfermedad avance.
Si no practican temen.
Y si practican temen.
Cualquiera de las dos opciones les causa temor.
Entonces no hacen nada.
Se dejan paralizar por el miedo.
Ante todo curar el miedo y lo demás se dará por añadidura.
El miedo surge básicamente de una errónea percepción de lo que somos.
El miedo es ego, y cuanto más fuerte es este ego más grande es el temor.
La única forma de curar de raíz a este ego es por medio de una profunda reflexión.
Mientras nos percibamos como separados de los demás, del mundo, del Universo estaremos dominados por la ilusión de los sentidos, del ego que se empecina en defender nuestra individualidad como algo que puede ser dañado o perjudicado por fuerzas “exógenas”.
El sabio ha meditado y estudiado durante años, durante vidas enteras hasta que comprende que no está separado de la gigantesca corriente de la vida.
El ego se disuelve en el infinito como una gota de tinta que se vierte en el océano, cuando la conciencia se expande y se contempla a si misma como algo infinito y eterno.
Esa expansión de la conciencia se facilita cuando la nutrición se basa en alimento vegetal de máxima calidad.
Porque la expansión es yin.
Y la contracción es yang.
La alimentación abundante en carnes animales y derivados contrae esta conciencia y refuerza la ilusión de la separación.
Y entonces surge el miedo.
Pero un exceso de sal también puede inducir miedo o una mala calidad de cocción.
El exceso de yang puede ser causado también por alimentación vegetal.
Así como el exceso de yin puede también ser causado por alimentación animal, por ejemplo la leche y otros derivados de consistencia líquida y cremosa.
Por esa razón si alguien hace macrobiótica y adelgaza demasiado está tomando yang en demasía y lo soluciona en 24 hs reduciendo la ingesta de condimentos salados y aumentando un poco las porciones de verduras, semillas, sopas y porotos.
De la misma forma quien teme engordar debe suprimir el exceso de yang de fuentes animales que generan un deseo incontrolable por dulces, harinas, bebidas dulces y otras preparaciones de yin extremo.

-Martín Macedo-

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