"La consciencia no puede estar contra el cuerpo; tu consciencia reside en él, no pueden verse como contrarios entre sí. Yo te hablo y mi mano hace un gesto sin que yo le diga nada. Hay una profunda sincronía entre mi mano y yo.
Caminas, comes, bebes, y todo indica que eres un cuerpo y una consciencia, como un todo orgánico. No puedes torturar al cuerpo y elevar tu consciencia. El cuerpo debe ser amado, tienes que ser su gran amigo. Es tu casa, tienes que limpiarlo de toda la basura y recordar que está a tu servicio continuamente, día y noche. Incluso cuando duermes tu cuerpo está trabajando continuamente en la digestión, en convertir el alimento en sangre, en desechar las células muertas, en incorporar oxígeno nuevo y fresco al organismo… ¡Y tú estás completamente dormido!
Está haciendo todo lo necesario para tu supervivencia, para tu vida, aunque tú seas tan desagradecido que ni una sola vez le hayas agradecido. Por el contrario, las religiones han enseñado a las personas a torturarlo: “El cuerpo es tu enemigo y tienes que liberarte de él, de sus ataduras”.
Yo también sé que eres mucho más que el cuerpo y que no hay necesidad de tener ninguna atadura, pero el amor no es una atadura, la compasión no es una atadura. El amor y la compasión son absolutamente necesarios para tu cuerpo y su nutrición, y cuanto mejor sea tu cuerpo, mayor es la posibilidad de hacer crecer a la consciencia. Es una unidad orgánica.
El mundo necesita un tipo de educación totalmente nuevo donde esencialmente todas las personas sean introducidas en los silencios del corazón, (meditaciones, en otras palabras), donde se les prepare para tener compasión de sus propios cuerpos, pues a menos que tengas compasión por tu propio cuerpo, no la tendrás por el cuerpo de nadie más. Es un organismo vivo y no te ha hecho ningún daño. Ha estado en servicio continuamente desde que fuiste concebido y estará a tu servicio hasta que mueras. Hará todo lo que quieras, incluso lo imposible, y no te desobedecerá.
Es inconcebible crear un mecanismo así, tan obediente y tan sabio. Si tomas consciencia de todas las funciones de tu cuerpo te sorprenderás. Nunca has pensado en lo que tu cuerpo ha estado haciendo. Es tan milagroso, tan misterioso. Pero nunca lo has visto. Nunca te has molestado por intimar con tu propio cuerpo, ¿y pretendes amar a otra persona? No puedes, porque esa otra persona también aparece ante ti como cuerpo.
El cuerpo es el mayor misterio de la existencia y necesita ser amado: sus misterios y su funcionamiento deben ser examinados con detalle.
Desafortunadamente, las religiones han estado absolutamente en contra del cuerpo. Eso da una clave, una indicación definitiva de que si un hombre aprende la sabiduría del cuerpo y su misterio, nunca se molestará por el sacerdote o por Dios. Habrá encontrado lo más misterioso dentro de si mismo y dentro del misterio del cuerpo se encuentra el altar mismo de la consciencia.
Una vez que estás al tanto de tu consciencia, de tu ser interior, no hay un Dios por encima de ti. Sólo una persona así puede ser respetuosa con otros seres humanos y otros seres vivientes, porque son tan misteriosos como él mismo; diferentes expresiones y variedades que enriquecen la vida. Además, una vez que un hombre ha encontrado la consciencia en sí mismo, ha encontrado la llave de lo esencial. Cualquier educación que no te enseña a querer a tu cuerpo, a tener compasión por él, a entrar en sus misterios, tampoco te enseñará a entrar en tu propia consciencia. El cuerpo es la puerta, el escalón".
- Osho-
No hay comentarios:
Publicar un comentario