Al nacer los seres humanos recibimos un cuerpo que será nuestro vehículo durante toda una vida, una mente colectiva, a la cual accedemos todos, además de un sistema emocional.
El carruaje sería nuestro cuerpo, el caballo las emociones, el cochero nuestra mente y el pasajero lo que podemos denominar alma ( George I. Gurdjieff )
Por ello es de extrema importancia cuidar el cuerpo de la mejor forma posible, relajar la mente y liberarla del pensa-miento constante a través de una meditación guiada que se encargue de despejar la mente, deja fluir las emociones, no negarlas, reprimirlas o ignorarlas, pero tampoco dejarnos llevar por ellas, la clave está en reconocer su existencia y la energía que las genera.
Son muchas las relaciones que existen entre estos 4 elementos, si por alguna razón, cualquiera de ellos no funcionara correctamente, o la relación entre ambas no fuera fluida y cordial, el resultado del viaje no sería el esperado.
Llegando a este punto, el alma se encuentra en un proceso de despertar, es decir, el dialogo entre todos los involucrados en el viaje ha llegado a un equilibrio, cada cual está haciendo su trabajo, el alma encuentra la misión de vida, y da las instrucciones al cochero, para llegar a su destino.
Responsabilicémonos de cuidar nuestro propio viaje, la mente no es culpable, el cuerpo tampoco y por consiguiente las emociones tampoco, si estamos inmersos en este sueño, es por nuestra decisión propia, sin olvidar, que todos estamos aprendiendo en este viaje.
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