viernes, 27 de julio de 2018

Yin y yang no pueden existir separados


La pequeña abeja es un ser individual y a la vez colectivo.
No se la puede separar de la colmena porque dejaría de existir.
Lo individual es una contracción (yang) y lo colectivo es una expansión (yin).
Yin y yang no pueden existir separados.
Sólo pueden existir simultáneamente.
Si muere uno, muere el otro.
Si aumenta uno, aumenta el otro.
El humano es un ser individual y a la vez colectivo.
Forma parte de una familia, de una nación, de la humanidad.
Sólo no podría existir.
Por eso una parte de nosotros es colectiva.
Pero el ego no consigue comprenderlo.
Sólo ve lo que tiene frente al espejo.
Las naciones más poderosas del mundo actúan como una colmena porque sienten y actúan pensando siempre en el bienestar colectivo.
Pero el egoísta no consigue ver esa realidad colectiva.
Es una completa insensatez.
Contamina el agua, el aire, la comida y fabrica armas para "hacerse respetar".
Cree que para progresar debe hacerlo a expensas de la ruina ajena.
Entonces como en los tiempos del Imperio Romano algunos egos se hacen fuertes para quitarle recursos a sus hermanos más débiles.
La célula cancerosa es una célula egoísta.
Busca su propia ganancia y la de su círculo inmediato.
Lo hace a expensas de la ruina ajena porque no consigue "comprender" que está destruyendo a su propia familia.
La visión egoica es una contracción (yang).
La visión de la vida infinita es una expansión de la conciencia (yin).
Por esa razón la ingesta importante de alimentos derivados de animales al ser fuertemente yang fortalece esta percepción estrecha.
En China por ejemplo, a partir de los 5 años se eliminan totalmente los lácteos y la fuente principal de proteína y grasa proviene de fuentes vegetales.
Entonces sus habitantes tienen más salud y más conciencia colectiva que sus hermanos occidentales que incluyen derivados animales en las cuatro comidas.

-Martín Macedo-

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