sábado, 21 de julio de 2018

Sin libertad el amor se muere

¿Es posible estar casado y ser libre al mismo tiempo?
Es difícil, pero no imposible; sólo es necesario un poco de comprensión. 


Hay que reconocer algunas verdades básicas. La primera es que nadie nació para otra persona. La segunda es que nadie está aquí para satisfacer tus ideales acerca de cómo él debe ser. Y la tercera es que tú eres el dueño de tu propio amor y puedes darlo tanto como quieras, pero no puedes exigir el amor de otra persona porque nadie es esclavo. Si estos simples hechos son entendidos, entonces no importa si eres casado o eres soltero, puedes estar junto a otro respetando el espacio de cada uno y no interviniendo en la individualidad del otro.


El matrimonio, de hecho, es una institución caduca. No es bueno, en primer lugar, vivir dentro de una institución. Toda institución es destructiva. El matrimonio ha destruido casi todas las posibilidades de felicidad de millones de personas, y todo por cosas inútiles. El matrimonio, la ceremonia matrimonial, en primer lugar es tonta. Es algo pasado de moda, falso.

Puedes ser libre si no tomas el matrimonio en serio. Si lo tomas seriamente, entonces la libertad es imposible. Tómalo como un juego, porque es un juego. Ten un poco de sentido del humor; éste es un papel que estás desempeñando en el escenario de la vida, pero no es algo que pertenece a la existencia, no tiene significación alguna; es una fábula. Pero la gente es tan estúpida que vive las mentiras como realidades.

He visto personas leyendo novelas con lágrimas en los ojos, porque en las novelas las cosas son ¡tan trágicas! Es una buena idea que en los cines se esté a oscuras, porque así todos pueden disfrutar de la película, pueden reír, llorar, estar tristes o estar felices. De haber luz, sería más difícil ¿qué pensarían los demás? Saben perfectamente que no hay nadie detrás de la pantalla, que está vacía, que es sólo la proyección de una película. Pero lo olvidan completamente. Lo mismo ocurre con nuestras vidas. Muchas cosas que simplemente se han de tomar humorísticamente, se toman tan seriamente, y de esta seriedad empiezan todos nuestros problemas.

En primer lugar, ¿por qué tienes que casarte? Parte de tus derechos básicos es el amar a alguien y vivir con él. Puedes vivir con alguien, puedes amar a alguien. El matrimonio no se hace en el cielo, se hace aquí con la ayuda de los oficiosos curas. Si quieres jugar el juego de la sociedad y no quieres quedarte solo y desconectado, deja claro con tu esposa o con tu marido, que este matrimonio es sólo un juego: 'Nunca lo tomes seriamente. Seguiré tan independiente como lo era antes del matrimonio. Y tú seguirás tan independiente como lo eras antes del matrimonio.

Nunca intervendré en tu vida como tú tampoco en la mía; viviremos como dos amigos compartiendo nuestras alegrías, compartiendo nuestra libertad, pero no siendo una carga mutua; y en cualquier momento que sintamos que la primavera se ha ido, que la luna de miel se terminó, seremos lo suficientemente honestos como para no seguir pretendiendo esconderlo, sino que nos diremos que nos amamos mucho y que estaremos agradecidos el uno al otro para siempre, y que los recuerdos de ese amor los mantendremos en la memoria, en nuestros sueños dorados, pero que la primavera se terminó. Nuestros caminos han llegado a un punto donde debemos separamos pese al dolor que sintamos, porque el vivir juntos ahora no significa que nos amemos. Si te amo, te dejaré en el momento en que vea que el amor se ha convertido en un tormento para ti. Y, si tú me amas, me dejarás cuando veas que tu amor está creándome una prisión.

El amor es el más alto valor en la vida. No debe ser reducido a ritos estúpidos. Y el amor y la libertad van juntos; no puedes elegir a uno y dejar el otro. El hombre que conoce la libertad está lleno de amor, y el hombre que conoce el amor está siempre dispuesto a dar libertad. Si no puedes darle libertad a la persona que amas, ¿a quién entonces puedes darla? Dar libertad no es otra cosa que confiar.


La libertad es una expresión del amor. 

Así, estés casado o no, recuerda: Todos los matrimonios son una farsa, son sólo conveniencias sociales. El propósito no debiera ser encarcelarte y amarrarte al otro; el propósito sería ayudaros a crecer juntos. Pero el crecimiento necesita libertad, y en el pasado todas las culturas olvidaron que sin libertad el amor se muere.


Osho

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