La realidad exterior es una proyección de tu interior. CUANDO TE TRANSFORMES SE ABRIRÁ TU VIDA
La realidad exterior, lo que tú llamas “mi vida”, es una proyección de tu interior. Si quieres que las imágenes que estás viendo en la pantalla de tu realidad cambien debes cambiar la película desde el proyector. Esto es modificar tu mundo interno, tus sentimientos más profundos, tus pensamientos y creencias limitantes. Lo esencial es elevar tu autoestima, tu nivel de dignidad, lo que realmente sientes que mereces.
Tu vida está como está porque sientes que no vales ni mereces mucho, entonces tienes poco. Vives en la carencia, de amor, de tiempo, de dinero, de libertad, de alegría, de juego, de bellas sorpresas. En el momento que te animas a enfrentarte con esta verdad y que comienzas a accionar para sanarte indefectiblemente percibes la transformación.
Comienzas a amarte más, a cuidarte, aceptarte, escucharte, comprenderte y respetarte. Desarrollas la capacidad de poner límites a lo que te hace daño. Los límites son amor, la disciplina es amor. Como empiezas a tener esta actitud contigo mismo sólo te relacionas con personas con la madurez y sensibilidad necesarias para tratarte de la misma forma. Estás madurando. Tu mundo emocional que era el de un niño se está desarrollando. Estaba regredido porque nunca había tenido la nutrición necesaria para crecer.
Ahora tú sabes cómo darte a ti mismo eso que tanto necesitaste desde siempre y nunca tuviste. Aprendes a amarte. Entonces los conflictos se terminan. Trasciendes el nivel de existencia en donde las peleas, discusiones, reclamos, acusaciones y quejas tenían lugar. Comienzas a hacerte grande por dentro, emocional y espiritualmente adulto. Esto es ser responsable por tu vida.
Como sabes cómo funciona el proceso de creación en esta realidad virtual, ahora comprendes cómo actuar en consecuencia. Sabes que desde un clima interno de paz, libertad, desapego de la mente, abundancia y gratitud tu realidad se configurará a partir de esa matriz. Entonces los sucesos y tu vida entera estarán pintados de esos colores.
Tu sanación y ascensión espiritual se convierten en tu prioridad absoluta. No porque te hayas vuelto religioso o padezcas de un delirio místico, sino porque has comprendido cómo funciona el universo. Has dado un salto cuántico de inteligencia. Simplemente quieres ser feliz y ahora sabes cómo. Has visto con tus propios ojos que lo que buscas está en tu interior, que eres tú mismo y que cada paso hacia tu esencia te proporciona una dicha cada vez mayor que es proyectada en la realidad que experimentas. Así vives en un estado de gracia cada vez más profundo. Cada vez más libre de la influencia nociva de la mente. Cada vez más pacífico, suelto, abierto, poderoso, dulce, independiente, espontáneo, sabio, feliz y bendecido.
Ivo Makaroff
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