miércoles, 25 de julio de 2018

El poder de tus palabras

Está demostrado que nuestras palabras están estrechamente relacionadas con nuestra actitud, y esta a su vez con nuestras creencias. 

La pregunta sería, ¿qué fue primero el huevo o la gallina? ¿es mi actitud la que da lugar a mis palabras o son mis palabras las que condicionan mi actitud?


La influencia se da en las dos direcciones. La manera en que nos expresamos y como nos comunicamos está afectando a nuestra actitud, de igual forma la actitud que tenemos ante algo origina nuestra manera particular de comunicarnos.

El cuidado en el uso de nuestro lenguaje es una herramienta poderosísima para condicionar nuestros resultados en la vida, de la misma manera que observar como habla una persona, nos está dando muchas pistas sobre su sistema de creencias, muchas veces asentado a nivel subconsciente.

El uso que hacemos de nuestro lenguaje es una herramienta poderosísima para crear nuestros resultados en la vida. Saber comunicarse correctamente implica aspectos como, hacerse entender, entender a otros, comprender mejor lo que sucede, saber influenciar, crear conexión con tu interlocutor, fomentar el respeto, ganarse la confianza de los demás, etc.

Básicamente, el arte de la comunicación implica dominar tres aspectos: lo que decimos (palabras), como lo decimos (tono, etc.) y como actuamos (expresión corporal y facial). Hoy solo quiero centrarme en lo que decimos, en nuestras palabras, en como hablamos, en definitiva, en el uso que hacemos de nuestro lenguaje.

Si quieres algo, debes pedirlo. Aunque te parezca extraño, muchas veces se genera todo lo contrario. Nos dedicamos a quejarnos y a decir lo que no queremos, y es entonces cuando nuestro cerebro se enfoca, precisamente en eso (en lo que NO queremos) y abandona cualquier opción de centrarse en lo que realmente deseamos, perdiendo así muchos de los recursos que tenemos y podríamos utilizar para alcanzar nuestros deseos. 

Neurológicamente, nuestro cerebro tiene unos mecanismos de funciona-miento muy claros, por ejemplo, no entiende los mensajes en negativo. “Sé tu mismo, los demás puestos ya están ocupados” Oscar Wilde

Si yo te digo que pienses en una galleta de chocolate, inmediatamente tu cerebro acudirá a los archivos donde tiene guardada su representación de lo que es una galleta de chocolate y la visualizarás. Pero si te digo que no pienses en un pastel de nata, tu cerebro prescinde del no, y busca es su archivo la representación que tú tienes de lo que es un pastel de nata y eso es precisamente lo que visualizarás. Ha omitido el no completamente.

Se hizo un estudio con niños en un colegio y se vio que sustituir los carteles que indicaban no grites, por otros que decían habla en voz baja, era mucho más efectivo.

Cuando nos expresamos requerimos poner especial cuidado en hablar en "positivo", manifestando lo que realmente queremos y salir de la “actitud de la queja”, si lo que deseamos es que nuestra vida empiece a manifestar unos resultados que sumen.


No hay comentarios:

Publicar un comentario