Un pensa-miento es una semilla.
Si se siembra y se lo cuida, se hará grande y fuerte.
La semilla requiere estabilidad, quietud.
Si cada día desenterramos la semilla para controlar los "progresos", nuestra falta de fe la terminará matando.
Se requiere tener una fe inquebrantable.
Comprender que la tierra está hecha como todo lo que existe de inteligencia infinita.
La semilla inteligente, cae en la tierra milagrosa donde luego se suman el agua y el sol (también sagrados).
Pero el ego del hombre desea "ayudar" y le pone fertilizantes.
Ansioso por ver los resultados....y duda..... y le saca una radiografía (para hacer un segui-miento).
El pensa-miento es una semilla.
Una semilla de información.
Al igual que la semilla física, requiere estabilidad, quietud y confianza.
Sin fe no crece.
Sin quietud no crece.
Sin estabilidad no crece.
El pensa-miento sostenido se expande más y más según los sabios del budismo.
Si somos capaces de sostenerlo se expandirá como un hongo atómico y tendrá un poder gigantesco.
Pero la gente corriente no lo sabe.
Cree que los pensa-mientos son "bolazos".
Y que a las palabras "se las lleva el viento".
Nos entrenan para esperar lo peor y lo peor ocurre.
Nos preparan para la lucha y la vida se convierte en una lucha.
En un mundo donde sólo los deshonestos se enriquecen.
Y las enfermedades son una consecuencia "natural" del paso de los años o de una mala dotación genética.
Si incubamos las mismas ideas que nuestros padres y abuelos tendremos una cosecha similar.
Pero si renovamos nuestras ideas y pensa-mientos y los sostenemos con una mente disciplinada podremos cambiar la historia familiar y todo el árbol genealógico lo celebrará con grandes vítores.
-Martín Macedo-
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