Juventud....es una palabra.
Pero antes de escribirla la pensé.
Entonces la juventud es un pensamiento.
Un pensamiento sobre una matriz.
La matriz es no dual.
No hay allí ni bien ni mal, ni blanco ni negro, ni fuerza o debilidad.
Es pura inteligencia potencial.
Como una arcilla sin forma esperando que el artesano le dé forma.
Por ello los sabios insisten: los pensamientos crean la realidad.
La matriz es plástica.
Su maravilla estriba en que su capacidad de crear es ilimitada.
El hombre debe aprender este oficio.
Debe ser un gran artesano que hábilmente cree miles de objetos ya que esta arcilla "mágica" cede a sus deseos.
A todos sus caprichos.
La juventud es un pensamiento sobre esta matriz sin forma.
Es una intención sobre esta matriz sin forma.
Aplicada por un hombre que confía en su habilidad para extraerla desde allí.
Recientemente un futbolista famoso fue contratado por el club Juventus.
Fue sometido a rigurosos estudios médicos porque se trata de un contrato millonario.
Él tiene 33 años pero los estudios médicos dieron las mediciones correspondientes a un joven de 20.
El porcentaje de grasa corporal de un futbolista es en promedio de 10%, pero este atleta tiene sólo un 7% debido según los comentaristas deportivos a su dieta rica en fibra dietética y alimentos integrales.
¿Y cómo lo hace preguntan todos?
Y la respuesta parece ser: dieta de máxima calidad biológica y entrenamiento brutal.
Pero no es tan fácil...esa es la parte obvia, la que todos ven.
Un joven atleta que entrena con pasión infinita y cuida sus comidas.
Pero lo más importante es lo que no se ve.
El secreto que pocos consiguen comprender.
La matriz no dual recibió la intención de este joven deportista.
"Voy a estar en excelente forma, voy a ser una estrella mundial".
"Voy a entrenar hasta que me duelan los huesos, voy a comer sólo comida saludable, voy a levantarme a las 5 cada día para salir a correr y hacer elongaciones".
Atrás de la dieta y el gimnasio que todos ven.
Está su persistente trabajo sobre la matriz sin forma que nadie ve.
Su diálogo interno que nadie oye.
El diálogo interno de un campeón.
Y la matriz que es amor infinito concede ese deseo.
Y todos los deseos de sus infinitos hijos e hijas.
-Martín Macedo-
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