domingo, 22 de julio de 2018

Tener claro los objetivos de salud de calidad

La mayor parte de las personas cuando inician la macrobiótica en forma estricta experimentan una bajada de peso. En algunos apenas se nota el cambio ponderal.
Pero otros bajan en forma sostenida y en determinado momento se preocupan y piensan ...."voy a desaparecer si sigo adelgazando".
Entonces se asustan y piensan que requieren reforzar las proteínas y aumentan los alimentos que las contienen.
O que requieren calorías y aumentan el consumo de aceite de oliva y frutos secos.
Sin embargo siguen adelgazando y su salud desmejora por "yinnización".
Han perdido el rumbo.
No tienen claros los objetivos.
El objetivo fundamental es la cura o la mejoría de la salud.
Pero ese objetivo es dejado temporalmente de lado y sus mentes ansiosas se enfocan en la recuperación del peso y de las masas musculares.
Quieren hacer todo a la vez: producir la remisión espontánea de un tumor y a la vez mantener una apariencia robusta y musculada.
Para que el tumor se achique todo el cuerpo se debe achicar.
Porque la remisión es una "yanguización".
No se puede vaciar una maleta y al mismo tiempo llenarla.
No se debe proceder con ansiedad.
Primero se vacía totalmente y luego se vuelve a llenar.
Primero la remisión y luego, gradualmente vamos a rellenar con materiales biológicos de máxima calidad.
Porque el adelgazamiento se hace a expensas de la retirada de la basura biológica acumulada.
Hay un sacrificio estético temporal.....pero es la forma natural de hacer este vacío imprescindible para que el viejo hombre se convierta en un nuevo hombre.
Si lo comprendemos lo tomamos con calma y esperamos a que el proceso se complete.
Pero si no lo entendemos nos asustamos y pensamos que estamos en un balance nutricional deficitario y comenzamos a mezclar alimentos en forma ansiosa y torpe.
Recientemente me consultaron por un caso de múltiples tumores en la cabeza.
El hombre comenzó a comer cereales, verduras al vapor, legumbres y otros alimentos recomendados para la reducción de estos tumores.
Pero a las pocas semanas la bajada de peso preocupa a la familia.
"Come muy poco"...me escriben....
Entonces les pregunto si tomaron clases de cocina y me dicen que no porque a la esposa no le gusta que vaya nadie a enseñarle a cocinar a su hogar.
El alimento no está bien preparado, no tiene energía ni tiene buena apariencia ni buen sabor.
Entonces se come menos porque no tiene ni sabor ni atracción.
Pero si se comprenden los fundamentos de una cocina terapéutica con máxima calidad hecha por una experta o experto, el alimento sabe maravillosamente, el apetito regresa, las porciones son más grandes, el nivel de energía aumenta, el entusiasmo y la expectativa de la cura se hacen más poderosos.
Por ello es tan importante aprender a cocinar junto a los que tienen este conoci-miento.
De lo contrario en vez de generar un aumento de la fuerza, se disminuye la fuerza vital.
Y no se soluciona aumentando las proteínas.
Ello sólo aumenta la cantidad de urea en la sangre.
Se crea ácido y el ánimo decae.
Porque el problema no es la proteína sino la calidad de la proteína.
Y las personas deben aceptar la guía de los que tienen más experiencia.
Porque lo que está en juego es demasiado valioso para andar con actitudes obstinadas.

-Martin Macedo-

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