“Jamás perderás
tu conexión, siempre y cuando te guíes por la humildad de tu corazón y no por
la soberbia de tu ego”, exponen las enseñanzas de un maestro espiritual.
Ego SABELOTODO: Es aquel ego que siempre cree tener la
razón, le gusta dar consejos sobre todo, siempre contesta aunque no sepa, cree
tener respuesta para todo, no se puede quedar callado.
Ego INSACIABLE: Es el ego “centro de mesa”, no le gusta
pasar desapercibido, hace cualquier cosa para llamar la atención.
Ego INTERRUPTOR: Su necesidad de auto-referencia es tan
fuerte que interrumpe permanentemente, nunca deja que los otros terminen de
hablar.
Ego ENVIDIOSO: Es el que no soporta los triunfos y éxitos
de otros. Degrada a los que cree que son mejores que él.
Ego PRESTIGIOSO: Es el ego que busca aplausos,
reconoci-miento y admiración en todo lo que hace. Siempre quiere ser el mejor. Frecuentemente
les dice a los demás: “te lo advertí”, “yo sabía”, “te lo dije, pero tú nunca
me escuchas”, etc.
Ego JINETE: Se monta de lo que dicen otros. Se aprovecha de
los datos de los demás para su propio beneficio. Saca partido de lo que otros
dicen para estructurar sus propias intervenciones. Es copión y usurpador.
Ego SORDO: Nunca escucha, le gusta hablar sólo a él,
habitualmente finge escuchar.
Ego MANIPULADOR: Es aquel ego astuto que siempre se las
arregla, ya sea tergiversando, acomodando, engañando, mintiendo o justificando
para que las cosas resulten siempre a su favor.
Ego ORGULLOSO: Es aquel ego competitivo, discutidor, que no
le gusta perder.
Ego PRE-MENTAL (silencioso): Es aquel ego que
calladamente tiene un discurso paralelo, es criticón, hipócrita y enjuiciador.
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