domingo, 21 de abril de 2019

La célula maligna tiene un mensaje


La célula maligna tiene un mensaje.

Podemos matar a la célula pero no podemos matar al mensaje.
La medicina busca desesperadamente matar células con quimioterapia y radioterapia.
Pero no puede matar al mensaje.
Por eso los tratamientos convencionales no funcionan.
Por un tiempo logran el “control” de la enfermedad con procedimientos supresivos.
Pero a los pocos meses o años vuelve el mismo mensaje.
Y se vuelve a aplicar la quimioterapia.
Pero el mensaje sigue allí.
A los médicos convencionales no les interesa el mensaje.
Su trabajo es aniquilar las señales de la enfermedad.
Como sea, aun a costa de deprimir a la médula ósea y destruir la calidad de vida.
Porque fueron educados en el paradigma de la guerra contra el cáncer.
No para comprender el mensaje.
Pero se trata de un mensaje divino.
Y por eso no puede ser aniquilado.
Es el llamado de la naturaleza hacia una vida superior.
Es el llamado del orden del universo para que vivamos con grandeza.
Para que cambiemos el tipo de vida que veníamos llevando.
Un estilo de vida tóxico, auto destructivo.
Bebiendo leche como un recién nacido.
Comiendo carne como un depredador violento.
Tomando bebidas industrializadas creadas para generar rebaños de adictos.
Trabajando en áreas que no tienen nada que ver con nuestra misión.
Manteniendo relaciones tóxicas y denigrantes.
El mensaje es un llamado a una vida de grandeza y de salud fastuosa.
Es el llamado de la salud absoluta.
Pero algunos prefieren seguir con la vida de siempre.
Y por eso detestan el mensaje.
El mensaje procede de nuestra naturaleza superior.
Pero el ego lo rechaza.
Porque si escuchamos a nuestra intuición.
El pobre ego perderá todos sus privilegios.
Y culminaría su largo reinado.

-Martín Macedo-

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