Vivir en un estado de coherencia y, por lo tanto, de salud, implica pensar, sentir y actuar en una misma dirección. Todas esas facetas nuestras que generen incoherencia producen en un nivel u otro, enfermedad o degeneración. El mundo en sí es por definición incoherente, pues la separación de todo lo que Es, es en sí una gran incoherencia. Sin embargo podemos actuar no alimentándola. A efectos prácticos, si siento que quiero viajar, pienso continuamente en viajar pero me quedo en casa, probablemente enferme.
Muchas veces la incoherencia se da en dos sentires o dos pensares que producen un actuar opuesto, por ejemplo: “Me amo a la vez que me odio”, “Te deseo a la vez que me das miedo”… Y las razones de estas dobles lealtades pueden esconderse en nuestro más oculto inconsciente y tener sus raíces en los tatarabuelos… Entrar en los laberintos de la coherencia puede ser a veces un camino tortuoso y difícil debido a nuestras creencias, lealtades y sentido de supervivencia que nos impide ir más allá de nuestro consciente. Por esta y otras razones es muy recomendable el contar con un terapeuta o guía que nos ayude a transitar por nuestro inconsciente.
Fuente 🌀 http://biodespertar.con
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