La felicidad infinita es posible.
Sólo porque la infelicidad infinita también lo es.
Una garantiza la existencia de la otra.
Hay diferentes niveles de felicidad.
Y diferentes niveles de infelicidad.
Los niveles son simples frecuencias vibratorias.
Como en un gran edificio con muchos pisos.
El 5º piso está a diferente altitud que el piso 18.
Están en diferentes niveles.
Es decir en diferentes frecuencias vibratorias.
También en el mar hay diferentes niveles en las napas de agua.
Algunas son más frías otras más calientes, otras más dinámicas otras más quietas, unas más saladas y otras más dulces.
Un experto en submarinismo pasa por los diferentes niveles y experimenta así las diferentes vibraciones, los diferentes niveles.
Decide en qué nivel vas a establecer tu morada.
¿Te gusta el nivel 5º o prefieres el nivel 24?
Tengo un amigo que vive en el piso 23 en una torre en Montevideo frente al mar.
La vista es espectacular.
Pero debe demorar cerca de dos largos minutos para llegar hasta su nivel.
Si quieres subir un nivel tendrás que gastar más energía.
Como mi amigo que gasta más electricidad para que el ascensor lo lleve a semejante altitud.
¿Quieres subir un nivel en tu salud, en la escala jerárquica en tu empresa o en ingresos o en "status"?
Puedes subir y bajar libremente al nivel que quieras.
Puedes quedarte y luego cambiar de nivel tantas veces como quieras.
Porque los niveles son sólo frecuencias vibratorias.
Los sonidos son frecuencias vibratorias.
Los colores son frecuencias vibratorias.
Los alimentos son frecuencias vibratorias.
Los sueños son también frecuencias, paquetes de información.
Todo es vibración en el Universo.
Y como nadie puede escapar del Universo nadie puede escapar a esta verdad.
Entonces es mejor que te rindas a esta realidad y decidas en qué nivel vas a quedarte, porque el ascensor ha llegado y ha abierto sus puertas para que entres y marques tu piso.
Ha llegado la hora de tomar una decisión.
-Martín Macedo-
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