sábado, 27 de abril de 2019

El ego en nuestra cotidianidad

Es curioso ver las manifestaciones del ego, de nuestras creencias firmes e interiorizadas en el mismo en nuestro día a día. 
Nos dice: estoy aquí, existo, si todo el mundo me menciona soy real etc .
Los millones de células que forman nuestra familia , con nosotros , son ciegas, no piensan y deciden , obedecen las interpretaciones y señales de nuestra mente. 
Si estamos en un medio ambiente saludable y nuestros pensamientos y emociones son de bienestar, de amor y felicidad estamos en sincronia , alineados con el Ser. 
Es tal la certeza de algunos que somos materia, que no existe nada más aparte de ella, que el azar, la inmensidad del tiempo, la selección natural y el más fuerte bajo la fuerza y no la colaboración han triunfado reproduciéndose, que hemos aprendido erróneamente , que al final nos identificamos con esas percepciones o creencias erróneas de miedo.

Entonces generamos más miedo basándonos en más juicios y quién juzga condena y se condena.
Cuando escucho una bachata siempre me rio con la letra: “sin ti no puedo vivir, me muero por conocerte, etc “ lo cual además de una creencia en “ necesito a “ (A.Ellis), yo no soy nada, señal de inferioridad y dependencia hacia el otro , que ya dijo A.Adler hace tiempo, afirman nuestros pensamientos duales.
El sistema, la sociedad, la familia ya lo vimos en el transgeneracional y en el Proyecto Sentido que nos marcan , que su información la heredamos como nuestra.
Si un pájaro está en el nido, se da cuenta que tiene alas para volar y no como un adorno , donde pondrá su seguridad ?, en la rama del árbol que lo sostiene o en su libertad, en sus propias creencias , en sus experiencias de vida vividas por él y no por otros, en ser completo y no identificarse sino solo consigo mismo.?
Llegado a ese punto el pájaro dará un pequeño salto asumiendo un riesgo, empezará moviendo sus alas en el nido, vera que son para volar, para ser libre, ser él y entonces se lanzará majestuosamente desplegando por primera vez sus alas prodigiosas y sabrá en ese instante que es libre, y que su seguridad son sus alas , no la rama del árbol.
Artur Garcia

No hay comentarios:

Publicar un comentario