La mayor parte el tiempo las
personas no se limitan a "dar" o simplemente a "hacer". A
menudo suelen pensar "¿qué voy a recibir yo a cambio?".
Los seres humanos tenemos una
tendencia a estar pensando en lo que vamos a obtener a cambio. Hacer algo
totalmente libre de interés propio es muy difícil para nosotros. Si no
obtenemos a cambio exactamente lo que dimos, al menos queremos algún tipo de reconoci-miento.
Eso también es condicional y el
beneficio es temporal, insignificante. Comprender que requerimos aspirar a
cosas duraderas forma parte de nuestro trabajo.
Lo único que requerimos desear a
cambio es nuestra propia Integridad, nuestra propia realización. Eso significa
que, si estás en una relación, simplemente da y no te preocupes por lo que
obtienes a cambio.
Cuando damos con todo nuestro
corazón, la energía retornará a nosotros. No importa si el retorno viene de esa
persona o de alguna otra.
El punto está en enfocarnos en el
intercambio verdadero: el intercambio con la Integridad . Si queremos integridad requerimos actuar como la
integridad. Una forma de hacerlo es dando incondicionalmente.
A menudo queremos dar con
condiciones, pero queremos que los demás nos den incondicionalmente.
El universo no funciona de esta
forma. Si eres condicional, entonces acabarás con personas en tu vida que son
condicionales.
Si nuestra tendencia está
direccionada a ¨buscar¨ lo que
obtendremos a cambio, estaremos construyendo un hogar para el caos. Si quieres
construir un lugar para que la Luz brille, entonces da y suelta.
Nos referimos a soltar
nuestro deseo de lo que podamos recibir
a cambio. Decidir encontrar la fuerza para compartir en una sola dirección.
Obviamente no es efectivo dar
continuamente a alguien que no hace nada a cambio y promover el Pan de la
Vergüenza. Pero en el transcurso normal de las cosas, abrir nuestro corazón y dar a los demás sin esperar un retorno.
Si vuelve a ti de esas personas, estupendo.
Todos tenemos intereses propios.
Y hemos pasado por vidas de capacitaciones para ocultarlos.
Pero al hacerlo hemos creado una
máscara que es la que queremos que vean los demás, en lugar de permitirles ver
lo que realmente somos. Algunas personas han construido un caparazón de tortuga
alrededor de sí mismas.
Otras han construido una fina
capa. Pero es difícil conectar entre nosotros a través de esas barreras.
Comprender el compartir desde la
esencia más profunda, descubierta y verdadera de nuestro yo. Ser honestos con
nuestros deseos, opiniones y nuestra
basura y dones.
No hay manera de limpiar la casa
si no sabemos lo que se esconde debajo de los mueble.
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