domingo, 21 de abril de 2019

Todo lo que es, ya ha sido.


Todo lo que es, ya ha sido.
Esto es poderoso.
Está en el libro del Eclesiastés.
Nada es si antes no fue.
Todo lo que es, sólo es porque antes fue pensado, imaginado, deseado y decidido.
Si puedes pensar, si puedes imaginar, si puedes decidir....¿qué más necesitas?
Hay mucha gente por ahí pidiendo dinero, pidiendo cosas, pidiendo ayuda como si fueran desvalidos.
Pidiendo rebajas, pidiendo facilidades, pidiendo afecto.
Somos tan poderosos que deberíamos saltar de júbilo al comprender esta simple pero inmensa verdad.
No necesitamos nada más.
Sólo dar gracias con una desbordante emoción.
Sólo comenzar a disciplinar el poder de la mente.
Algunas personas usan este poder para dominar a otros.
Utilizan la pereza de las masas humanas para que trabajen para ellos.
Los medios de comunicación manipulan la imaginación de millones de personas por medio de infundirles miedo.
La mayor parte de las personas tiene un bajo nivel de comprensión.
Esto se debe en parte a la naturaleza de su dieta.
Una alta proporción de alimentación animal crea una estrechez de visión, una percepción limitada de la realidad.
Estas personas enfocan su mente en aspectos prácticos de la vida, tendientes a garantizar su supervivencia y seguridad.
Pero los sabios de todos los tiempos, como los que escribieron el libro del Eclesiastés nos recuerdan que si ampliamos nuestro punto de mira, podemos crear la mayor belleza, cuando somos capaces de aquietar la mente y enfocar la atención en un bello cuadro hasta su extrema materialización.
Para ello debemos ser yin.
Y para ser yin debemos reducir al mínimo la proteína animal o incluso suprimirla del todo.
En un futuro próximo los veganos saludables serán las personas más poderosas del mundo.
La sabiduría es yin, porque expande la conciencia al infinito.
Por esa razón nadie que consuma proteínas animales a diario como base de sus comidas podrá tener un cuadro completo del universo.
Ni mucho menos comprender y dominar sus simples y eternos principios.
Su temor a la carencia de B12 es tan atroz, que los lleva a renunciar a una vida maravillosa y llena de magia.

-Martín Macedo-

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