El viejo ya debe morir.
Para que el nuevo yo pueda vivir.
Si aquel no muere terminará por matar al nuevo.
No pueden estar los dos a la vez.
"Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres"
Marcos 2:22
Muchos inician la nutrición de alta calidad biológica y comienzan a ver resultados en pocas semanas.
Y se entusiasman.
Pero el viejo yo no ha cambiado.
Los viejos hábitos siguen allí.
Las antiguas creencias siguen allí.
Las mismas palabras, las mismas frases siguen allí.
Dieta nueva pero conservando las creencias viejas.
Entonces a los pocos años vuelven a enfermar.
Y vuelven a consultar y dicen...." he sido un mal alumno y no he tenido voluntad".
Lo he visto tantas veces.
Se sienten culpables, indignos, fracasados y tontos.
Y yo les digo....es que no has cambiado por "dentro".
Has cambiado el vino pero no los odres.
Mantienes los viejos hábitos, las antiguas rutinas, las mismas palabras sin calidad, los mismos conflictos emocionales sin resolver .
Es tu viejo yo que ha matado al nuevo que intenta nacer.....
Si no estudias, si no meditas, si no profundizas, si no te relacionas con otras personas que están en el camino...no podrás reprogramar tu viejo yo para que deje de tener poder sobre ti.
Porque como es adentro es afuera.
Y si lo viejo sigue con vida, terminará por matar al joven que intenta nacer.
Lo dijo Marcos hace más de 2000 años.
Y la experiencia de muchos lo confirma.
La macrobiótica no es una dieta .
Es una transformación completa de tu ser.
Tu visión del mundo debe cambiar.
Tu percepción de quién eres debe cambiar.
Tu forma de hablar, de comportarte debe cambiar.
Deja los conflictos, aprende el arte de la paz.
Debes cortar por lo sano.
No se vive a medias.
Ni se muere a medias.
Debes ser intenso y avanzar hacia la nueva vida.
Con una voluntad de hierro.
Eres o no eres.
Fuerte o débil.
Sano o enfermo.
Libre o esclavo.
-Martín Macedo-
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