martes, 23 de abril de 2019

El gran escape hacia nuestra libertad el EGO

El EGO nuestro oponente


Estamos en una prisión y ¿ni siquiera nos damos cuenta?

En prisión, te preguntas…?

Sin duda alguna…

Somos rehenes de la presión constante para superar a amigos y colegas. Estamos esclavizados por nuestros caprichos reactivos y deseos egoístas.

Somos cautivos de nuestros empleos y de nuestras presiones económicas. Somos prisioneros de la manera que los demás nos perciben. Estamos encarcelados por nuestra escasa ¨necesidad¨ de que otras personas nos acepten.

¿Deseas liberarte?

El EGO es el ci-miento de todas las formas de miseria. Nos obliga a convencer a otros de que nosotros estamos en lo correcto, incluso cuando estamos equivocados e incluso cuando sabemos que estamos equivocados.

El EGO nos da la ilusión de que actuamos con libertad, pero en realidad estamos siendo prisioneros de sus deseos.

Cuando una persona niega tener EGO, eso no es otra cosa que el EGO haciendo su trabajo, patrullando la prisión.

Si un ser humano no puede (no quiere) reconocer a su propio EGO en una situación determinada, probablemente es porque el EGO cegó a la persona, colocándola en confina-miento solitario.

El ego es una bola y una cadena que nos ancla a la dimensión física, a la dimensión de LA DES-INTEGRIDAD y bloquea nuestra conexión con la realidad y con nuestro desarrollo espiritual; sin embargo, es únicamente en el reino espiritual donde podremos encontrar verdadera dicha y realización.

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