Ya sabes cómo funciona: te dice a
ti mismo, con una profunda convicción, qué mañana comienzas una dieta y un
estilo de vida saludable.
Pero
cuando te enfrentas a la mañana frente a una torta llena de grasa, una segunda
voz aparece y se entromete.
Esta voz te convence de que te
esperes hasta mañana para cambiar tu estilo de vida.
Es como si estuvieras programado
para fallar cuando se trata de mejorar tu calidad de vida.
Pero venimos a este mundo a REINGENIAR
nuestra naturaleza. Ese fue el pacto que se acordó en el Mundo Infinito
antes de decidir volver al cuerpo físico:
Nosotros, dejaríamos de recibir
satisfacción verdadera y duradera hasta que nos deshiciéramos del Pan de la
Vergüenza y transformáramos nuestra naturaleza reactiva en una proactiva.
La tarea es extremadamente
difícil.
¿Por qué la naturaleza humana se
inclina tanto hacia lo reactivo?
Por qué llegamos a una respuesta
reactiva sin ningún esfuerzo y sin embargo nos resulta tan difícil realizar un
acto proactivo?
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