martes, 23 de abril de 2019

La formula de la reingeniería


Modificar una actuación reactiva por una proactiva se logra de la siguiente manera:

1.Generas un obstáculo.

2.Te das cuenta de que tu reacción - no el obstáculo – es tu verdadero enemigo.

3.Apagas tu sistema reactivo y dejas que la energía de Integridad ingrese en ti.

4.Expresas tu naturaleza proactiva.

El momento de la reingeniería se da entre los pasos tres y cuatro . Es entonces cuando unes tu alma con la dimensión luminosa de la Integridad.


Aplicando la Fórmula de la REINGENIERÍA:

Considera este escenario de la vida real y observa cómo funciona la fórmula:

1.GENERAS UN OBSTÁCULO.
        Tu amigo se enfurece contigo.

2.TU REACCIÓN EMOCIONAL.
         Estás molesto, enfadado y herido.

3.TU REACCIÓN EN LA CONDUCTA.

         Le gritas a tu amigo y se dejan de hablar durante meses.


Analizando la fórmula de la reingeniería


1.GENERAS UN OBSTÁCULO.
      Tu amigo se enfurece contigo.

2. TE DAS CUENTA QUE TU REACCIÓN ES EL VERDADERO  ENEMIGO.
       Tus senti-mientos de estar molesto, enfadado y dolido son tus   verdaderos enemigos, no tu amigo.

3.APAGAS TU SISTEMA REACTIVO Y DEJAS QUE LA ENERGÍA DE INTEGRIDAD ENTRE  EN TI.

           Deja marchar todas tus reacciones emocionales. En lugar de gritarle,    asimílalo todo. Aunque sientas que tu amigo está equivocado, deja que   tu amigo se exprese.

         Lo que importa aquí no es quién tiene la razón y quién está   equivocado.

         Lo que importa es tu decisión de no reaccionar.

4.EXPRESAS TU NATURALEZA PROACTIVA.

     Ahora estás en contacto con la realidad consciente. Las emociones que ahora sentirás y tus próximas acciones provendrán de la fuerza e impacto de la integridad, automáticamente aparecerán emociones y formas de ser proactivas. Notarás  un sorprendente rediseño que suma en la situación externa a la que te estabas enfrentando. Tu amigo responderá de un modo que nunca creías posible, o súbitamente vas a generar alguna información esclarecedora con respecto a la relación entre ambos.

Muy a menudo nuestra atención está enfocada en las circunstancias externas. Alguien a quien amamos nos hiere, un negocio no funciona, no estamos de acuerdo con la opinión de alguien, una persona nos insulta o un colega obtiene el ascenso que nosotros creemos nos merecíamos. Los eventos externos provocan reacciones en nosotros durante todo el día. En lugar de reaccionar, aplica la fórmula. Verás cómo se producen verdaderos milagros.


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