miércoles, 12 de agosto de 2020

No se puede construir y destruir al mismo tiempo

 No se puede construir y destruir al mismo tiempo.

Primero se destruye y luego se construye.
Ese es el orden.
La quimioterapia pone todo su poderío en la destrucción de las células enfermas.
Todas las células sufren sus poderosos efectos porque la quimioterapia va por la sangre.
La sangre es degradada por esta contaminación química.
La sangre empeora y la medicina pretende que el enfermo mejore.
¿Cómo se va a mejorar si la terapia apunta a la destrucción de parte del capital biológico?
Es algo obvio.
No se puede construir algo hermoso con una terapia destructiva.
La salud es la mayor belleza; es la expresión más alta de la inteligencia infinita.
La salud es una construcción.
La quimioterapia una destrucción.
Recientemente se han publicado datos oficiales de la ciencia médica sobre la eficacia de esta terapia.
Un estudio de investigación realizado entre 1990 y 2004 (14 años) revela que el 97% de los casos tratados con quimioterapia fueron un fracaso.
Los pacientes fueron tratados primero con cirugía y luego con terapia química.
Los resultados fueron los siguientes...
Cáncer de mama, ovario y próstata tuvieron una supervivencia a los 5 años del 30%.
Esto significa que sólo el 30% estaba con vida cinco años después de la aplicación de la quimioterapia.
Cáncer de riñón, supervivencia a los 5 años del 14%.
Cáncer de colon, supervivencia a los 5 años del 13%.
Cáncer rectal, supervivencia a los 5 años del 12%.
Cáncer de esófago: 6,5% a los 5 años.
Cáncer de estómago: 6% a los 5 años.
Cáncer de páncreas: 3,5% a los 5 años.
Más del 70% de las personas tratadas fallecieron durante los siguientes 5 años a la aplicación de la terapia.
Estos datos fueron publicados por el Journal of Clinical Oncology y están disponibles en la web para los que quieran corroborar.
https://homeopatiaahora.blogspot.com/…/oncologos-australian…
La medicina natural apunta sus esfuerzos a mejorar la calidad de la sangre por medio de una óptima nutrición y emociones positivas.

-Martin Macedo-

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