sábado, 22 de agosto de 2020

La calidad de la sal es crítica

 La calidad de la sal es crítica.

Así también como la cantidad.
El maestro Kikuchi siempre decía: quien controla la sal, controla la vitalidad.
La sal es el alimento más yang del mundo.
Mucho más que las carnes rojas, mucho más que los huevos o las vísceras de los animales.
Quien excluye la sal de su dieta queda automáticamente excluido de la salud infinita.
Ha perdido su conexión con la naturaleza, es un ser artificial, con felicidad artificial y pensamientos artificiales.
Pero quien la toma en cantidad también tendrá problemas.
El problema no es si es bueno o no tomar sal; el problema es la sensibilidad y la sabiduría para hallar la dosis exacta.
Y esto no se puede determinar analíticamente; no hay una máquina que pueda medir con exactitud la cantidad correcta.
Las máquinas son demasiado burdas y las mentes que las manejan están completamente automatizadas y no usan su intuición.
Como decía Ohsawa, son esclavos de máquinas, de empresas, de instituciones.
Recuerdo una amiga de la Facultad de Medicina que estudiaba además en la escuela de nutrición: "es mejor educar a los niños a no comer sal, así no la toman en absoluto durante toda su vida".
Ella creía en esa forma de considerar a la sal como le enseñaban en la escuela para nutricionistas.
La vida es una espiral expansiva.....comienza como un óvulo fecundado (yang extremo) y se expande más y más hasta convertirse en un anciano que necesita un bastón para caminar.
Esto es muy yin; el bastón es muy yin.
Mi madre usa bastón y ha perdido todos sus dientes.
Pero desde su juventud ha comido frutas todos los días...sobre todo plátanos maduros.
El proceso de la vida avanza rápidamente hacia el yin extremo, la debilidad, la senilidad, la osteoporosis, el hipotiroidismo.
Pero si aprendemos a usar con sabiduría la sal podemos mantener nuestra fuerza, nuestro campo magnético y así envejecer mucho más lentamente.
¿Cuál es la prisa por envejecer?
¿Cuál es la prisa por llegar al yin extremo?
La mayoría parece que están deseosos de llegar a ese punto y lo apuran tomando alimentos yin extremo todos los días como los arándanos y el aceite de coco.
Pero a la sal la quitan de su dieta, porque le temen.
Este comportamiento tan insensato es el fruto de un sistema de creencias que han promovido algunos círculos académicos.
Para tomar sal en los niveles ideales, es necesario tener arterias flexibles y riñones sanos.
Quien tiene arteriosclerosis o hipertensión o insuficiencia renal deberá tomar dosis muy bajas y necesitará mucho tiempo para construir una salud infinita.
Pero los vegetarianos al igual que los bueyes y los grandes herbívoros podrán tomar la cantidad que deseen sin riesgos porque sus vasos sanguíneos serán elásticos y fuertes y descargarán en pocos minutos cualquier exceso de agua o sal natural.
Esa es la ventaja fisiológica de nutrirse según el Orden del Universo.
Las dietas paleolíticas, las dietas cetogénicas, las dietas de alta proteína - anti hidratos de carbono no podrán importar los niveles ideales de sal debido a una sobrecarga de elementos animales densos en su sistema de tuberías.
Si lo hacen podrían morir.....porque someterían su cuerpo a una contracción demasiado grande.

-Martín Macedo-

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