En otro tiempo se demonizó a las grasas por ser las causantes del endurecimiento de las arterias y el aumento del colesterol.
Se hicieron muchos estudios científicos que lo corroboraron y muchos médicos empezaron a recomendar estatinas para bajar los niveles de grasas en sangre e incluso muchos cardiólogos recomendaron pasarse a la margarina (grasas trans) porque se trata de grasas vegetales y por lo tanto más sanas.
Pero como todo cambia, en este mundo de dualidad, ahora las grasas tienen la bendición de la comunidad científica y muchas personas están aumentando las grasas y proteínas y reduciendo los hidratos de carbono ya que ahora los estudios científicos están afirmando que el daño vascular se debe no tanto a las grasas sino a los hidratos de carbono como el azúcar y la harina que al convertirse en grasas de reserva terminan por obstruir los vasos sanguíneos.
Ahora ha cambiado la creencia; antes se animaba a usar glúcidos para producir energía y reducir las grasas y proteínas sobre todo de origen animal.
En 40 o 50 años todo viró; ahora los malditos son los hidratos de carbono y las grasas son benditas y se alienta su consumo.
En 1980 había que bajar las grasas a como dé lugar.
En 2020 hay que bajar los hidratos de carbono y suprimirlos.
Las grasas son buenas y pueden ser una opción saludable como fuente principal de energía.
Es el postulado esencial de la dieta cetogénica.
Un comentario de un amigo de You Tube nos indica su profunda convicción de los beneficios de una dieta alta en grasas y sin hidratos de carbono.
Me escribe que dejó totalmente los cereales incluso los integrales y aumentó el consumo de grasas, carnes y proteínas.
Que ha bajado de peso, sus analíticas indican una bajada de los triglicéridos y que se siente fantástico.
Tal es su entusiasmo que firma los comentarios con el nombre de "Águila real".
El se ha convertido en águila; sólo se nutre de carnes y grasas animales y gracias a ese nuevo modelo de nutrición se ha vuelto fuerte e intrépido como las águilas.
Pero querido mírate en el espejo y abre tu boca....qué ves?
Ves el pico de un águila?
No eres un ave, aunque entiendo que admires la inteligencia de las águilas y que te identifiques con su belleza y poder.
No razonas según yin y yang y por eso estás en un error.
Te sientes bien porque has dejado de consumir todo ese yin tóxico de las industrias de los azúcares y almidones.
Pero una dieta basada en carnes es demasiado yang y traerá problemas en el futuro, contrayendo los riñones, el corazón y las arterias.
Es el cuarto nivel de juicio que pone toda su confianza en los estudios científicos.
Prefiero basarme en el séptimo nivel de juicio y así poder llegar a ser más fuerte que las águilas.
Más sabio que la águilas.
Y volar más alto que las aves.
-Martín Macedo-
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