Convertir el caos en orden.
Convertir la debilidad en fuerza.
Convertir la tristeza en alegría.
Convertir la infelicidad en felicidad.
Convertir la miseria en riqueza.
Es la especialidad de los maestros del Orden del Universo.
Este es el mundo de los contrastes.
Aquí la única ley que vale es yin yang.
Quien puede transmutar libremente yin en yang y viceversa.
Es un gran maestro.
Hay muchos comentaristas.
Hablan bonito.
Pero no tienen la comprensión profunda para transformar su propio caos en orden.
Su propia debilidad en fuerza.
Su propia carencia en abundancia.
Su propio fracaso en éxito arrollador.
Su propia pereza en voluntad de hierro.
La macrobiótica no es un programa de cocina saludable.
Ni un sistema teórico apasionante.
Es el arte de transmutar la apatía en pasión.
La enfermedad incurable en salud absoluta.
La infelicidad en la más grande alegría.
Es algo tan inmenso.
Tan valioso.
Tan infinito.
Que la mayor parte de las personas corrientes no logran percibir.
Porque están hipnotizadas por las formas físicas.
Las creencias religiosas.
Los programas heredados.
Pero con el principio de las transformaciones yin yang.
Y suficiente entrenamiento.
Conseguiremos que esta filosofía práctica.
Se esparza por el mundo.
Y conquiste miles de voluntades.
-Martín Macedo-
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