¿Qué es el ego?
Es simplemente un espejismo.
Una ilusión que pone en prisión al alma.
Es la más bella jaula para el ave que tiene ansias de libertad.
Tenemos un magnífico cuerpo físico, un templo glorioso pero perecedero.
Y nos aferramos a él, lo adoramos tanto, lo convertimos en el centro de nuestra vida y nos olvidamos de lo importante.
Nuestra adoración llega al extremo de identificarnos con él.
Creemos que somos nuestro cuerpo y entonces los otros nos contagian, los otros nos quieren explotar, los insectos nos quieren picar, los gobiernos nos quieren utilizar, la omz nos quiere vacunar.
El ego es esa locura de ver sólo un lado de la moneda.
La locura de creer que vivimos en un mundo hostil.
Y por lo tanto debemos armarnos y defendernos.
Construir armas, entrenar ejércitos, prepararnos para la atroz competencia por la supervivencia.
Y como en la guerra vale todo los humanos han cometido todas las atrocidades posibles.
El despertar espiritual es la única cura del ego-ismo.
Comprender que la vida es una única corriente proveniente de una única fuente y que las experiencias que tenemos son un mosaico de contrastes necesarios para que maduremos y nos volvamos como la fruta más dulce que necesita un brutal invierno para convertirse en un manjar celestial.
Cuando superamos la ilusión despertamos a nuestra verdadero potencial y jugamos el juego de la vida con todos los poderes.
No es tan difícil...más allá de las formas está la inteligencia infinita que nos hermana a todos.
Cuando sanas al mundo te sanas tú.
Cuando haces prosperar al mundo prosperas tú.
Cuando le das lo mejor al mundo el mundo te dará lo mejor a tí.
Sólo hay que cambia el sistema de creencias.
Y saltar al vacío infinito.
Y no nos haremos daño, porque en el infinito no hay piso.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario