Hay tanta luz en el universo.
Tanta belleza.
Tanta felicidad.
Tanta energía.
Y también hay mucha oscuridad, maldad y odio.
Quiero comprar toda la luz, toda la belleza y toda la felicidad para mi solo.
¿Cómo puedo apropiarme de toda la belleza y de todo el amor del universo?
Sólo hay una forma: la contemplación.
Nos convertimos en aquello que contemplamos con el ojo de la mente.
Si contemplo día y noche la belleza infinita con un deleite apasionado.....
Me fundiré en lo que contemplo y me convertiré en lo que contemplo.
Disciplinemos la mente meditando cada día.
Si contemplo la salud infinita, la belleza infinita y la felicidad infinita día y noche, tarde o temprano me convertiré en lo que contemplo.
Y tú puedes hacer lo mismo porque tú y yo estamos hechos de la misma arcilla y por el mismo alfarero.
-Martín Macedo-
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