Como dijo Nikolas Tesla, “para conocer los secretos del Universo piensa en términos de energía, frecuencia y vibración.” Por más hierbas que nos pueda parecer al principio, desde el punto de vista de la física, en el Universo todo está hecho de energía que está vibrando en una cierta frecuencia. Nosotros también, por supuesto. Por otro lado, los místicos afirman que cuanto más crecemos en consciencia, más elevada es la frecuencia energética a la que vibramos como seres humanos. Y viceversa. Lo cierto es que hay una correlación muy estrecha entre nuestro nivel de energía vital y nuestro grado de sabiduría.
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¿Qué pasa cuando nos encontramos mal y no pegamos ojo en toda la noche? ¿Con qué humor nos levantamos por la mañana? ¿Qué tipo de pensamientos deambulan por nuestra mente cuando estamos estresados y agotados? Por el contrario, ¿con qué estado de ánimo amanecemos cuando hemos tenido un sueño profundo y reparador? ¿Cuál suele ser nuestra actitud frente a la vida cuando nos sentimos conectados y llenos de energía?
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Dicho de otra forma, nuestra mente es como una radio que puede captar diferentes emisoras. Cuando nuestro nivel de energía es bajo, nuestra mente sintoniza con “Ignorancia FM”. Y en este dial nuestros pensamientos son de baja frecuencia vibratoria, conectando con el miedo, la ira, la tristeza y la negatividad. Por otro lado, cuando nuestro nivel de energía es alto, nuestra mente sintoniza con “Sabiduría FM”. Y en este dial nuestros pensamientos son de alta frecuencia vibratoria, conectando con la confianza, la serenidad, la alegría y la positividad.
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A pesar de esta evidencia científica y espiritual, la mayoría de nosotros no tenemos en cuenta esta dimensión sutil y energética. Principalmente porque es invisible para los ojos. De ahí que tan solo veamos la parte física y material que la recubre. Prueba de ello es que solemos poner el foco en los síntomas físicos y no en las causas espirituales que los generan. Y es que es precisamente esta frecuencia energética interna la que determina en gran parte porque nuestra realidad externa es como es.
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Y tú, ¿te sientes así? ¿Sueles sintonizar con sabiduría FM?
Borja Vilaseca
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