sábado, 25 de abril de 2020

No estoy aquí


No estoy aquí

Tengo un discípulo en Vietnam que quiere construir una estufa para mis cenizas cuando muera. Él y otros quieren incluir una placa con las palabras "aquí yace mi amado maestro". Les digo que no desperdicien la tierra del templo. "No me pongan en un pequeño pote y me dejen ahí", les digo, "no quiero continuar así. Sería mejor si reparten mis cenizas afuera y ayudo a los árboles a crecer".
Les sugerí que, si aún insistían en construir la estufa, tuviera una placa que dijera "no estoy aquí". Pero en el caso de que la gente no entendiera, podrían agregar una segunda placa "no estoy acá tampoco". Si la gente aún no entendiera, entonces podrían escribir una tercera y última placa "Pueden encontrarme en su forma de respirar y caminar".
Este cuerpo se desintegrará, pero mis acciones me continuarán. En mi vida diaria, siempre practico ver mi continuación a mi alrededor. No necesitamos esperar hasta la total disolución de este cuerpo para continuar, continuamos en cada momento. Si crees que sólo soy este cuerpo, entonces no me has visto realmente. Cuando miras a mis amigos, ves mi continuación. Cuando ves a alguien caminando en plena consciencia y compasión, sabes que es mi continuación. No veo por qué tengamos que decir "Moriré"; porque ya puedo verme en ti, en otra gente, y en las futuras generaciones.
Incluso si una nube no está allí, continúa en la nieve o la lluvia. Es imposible para una nube morir. Puede volverse lluvia o hielo, pero no puede convertirse en nada. La nube no necesita tener un alma para continuar. No hay comienzo ni fin. Nunca moriré. Habrá disolución de este cuerpo, pero eso no significa mi muerte. Continuaré, siempre.
THAY.

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