La humanidad ha sido controlada por la ignorancia, la culpa y el miedo.
En la antigüedad la ignorancia o el saber leer y escribir era la diferencia entre ser letrado o doctor y un analfabeto.
El mal de ojo etc funciona porque la presunta “ víctima” cree que “eso ocurrirá”, y esa creencia errónea hace que ocurra , el mago o brujo no tiene poder, tú crees que lo tiene.
Luego vino la culpa de las religiones.
Si haces esto te ocurría aquello entonces irás al infierno o no irás al cielo.
Creada la culpa hacía falta intermediarios - ahora se llaman sacerdotes- que te la gestionasen, como haría un abogado entre un malhechor y la justicia, de intermediario, de defensor si le pagas.
Luego vino una culpa más sutil, el miedo.
Dice el papá a su hijo por romper un jarrón:” pensaré durante tres días en tu castigo y te lo diré”.
El papá sabe que lo que más va a perjudicar a su hijo es el “ diferir” el castigo, por eso lo condenados a pena de muerte cuando saben el día de la misma pueden dormir, descansan, dejan de estar estresados a pesar que saben que van a ser ejecutados.
El castigo real es diferirlo, alargarlo sin día en el tiempo.
El miedo produce multitud de reacciones químicas, hormonales etc para conseguir que el cuerpo tenga energía para luchar o huir, pero si la lucha o huida es “ diferida “ en el tiempo esta química te enferma.
Se diseñó para una respuesta rápida, no sostenida.
El miedo a cualquier cosa, el coronavirus por ejemplo, hace esos efectos.
El miedo te hace menos inteligente, más manipulable, ya que ante el miedo la respuesta es corporal: luchar o huir, no mental, no dialogas con el león.
La sangre con el miedo se mueve de la zona prefrontal del cerebro al cerebelo, dejas entonces de pensar para poder huir o luchar.
Y el miedo sostiene una química en el cuerpo ( adrenalina, noradrenalina, cortisol, etc) que fueron diseñadas para ser usadas rápidamente, no en “ diferido”, en diferido te enferman, no te ayudan.
No tengas miedo, protégete, ocúpate, confía y siente que eres Hijo de Dios, entonces serás invencible. El miedo nunca venció a la Verdad.
“Nada real puede ser amenazado, nada irreal existe.”
Artur Garcia
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