¿Qué quiere decir eso de si somos una persona que acciona o reacciona? Es muy posible que nunca hayamos reflexionado sobre estos dos conceptos que son, en realidad, muy importantes. De hecho, en el mundo laboral suelen guiar muchas carreras profesionales, dependiendo de si la persona si sitúa a uno u otro lado. Veamos más sobre ellos.
Todos nosotros tenemos a algún amigo o conocido que no deja de avanzar, ya sea en el terreno laboral o en alguna otra faceta. Es un cazador de oportunidades y retos que le empujan a seguir cosechando éxitos. Pero, también, es posible que conozcamos a otro que parece haberse estancado en su trabajo. No cuenta con aspiraciones y desde lejos parece un hoja movida por el viento. Esta es la principal diferencia entre una persona que acciona o reacciona.
Una persona que acciona toma la iniciativa
¿Aún no sabemos si somos una persona que acciona o reacciona? Pues lo primero en lo que tenemos que fijarnos es en si tenemos iniciativa.
Esto tiene que ver con una competencia que se valora mucho en el trabajo, tal y como señala el artículo Las competencias laborales: ¿La estrategia laboral para la competitividad de las organizaciones?. Estamos hablando de la proactividad.
Cuando tomamos la iniciativa realizamos determinadas acciones que nos convierten en generadores antes que en receptores. Por ejemplo, en lugar de esperar a encontrar una oferta de trabajo que nos brinde esa oportunidad laboral que tanto estamos esperando, contactamos directamente con las empresas que nos interesan. Esto podemos hacerlo mediante una carta de presentación a través del correo electrónico.
Esta es una buena pista para saber si somos una persona que acciona o reacciona. Rara vez esperamos. Tenemos la disposición para tomar la delantera, probar y avanzar. Para ensayar y equivocarnos con la realidad, y no que esta lo haga con nosotros.
No importa que nos encontremos con puertas cerradas, con muchos “no” o, incluso, con algún que otro fracaso. Estamos siendo proactivos, nos estamos moviendo y esto, aunque no lo creamos, nos está permitiendo construir opciones. Alternativas que por otro lado no siempre dan frutos de manera inmediata.
“Tomar la iniciativa no significa ser insistente, molesto o agresivo. Significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan”.-Stephen Covey-
Una persona que reacciona espera resultados
Ya sabemos una diferencia entre una persona que acciona o reacciona. Si no nos hemos sentido identificados con la primera, veamos qué es lo que hace alguien que solo reacciona. Este punto no quiere decir que no nos dediquemos a fondo en nuestro trabajo.
Es más, puede que trabajemos mucho; sin embargo, los resultados son siempre los mismos, somos esa sombra en la pared que nadie ve. ¿Por qué? Porque no le hemos dicho a nadie que aquí estamos. Incluso podemos llegar a ocultar nuestras habilidades como si fueran una vergüenza.
En ocasiones, puede que estemos a gusto siendo personas que reaccionan. Sin embargo, otras veces, puede que deseemos ser más activos, aunque no sepamos cómo.
Una desorientación que hace que al final no nos movamos o que optemos por quedarnos en nuestra zona de confort. Una zona en la que, como bien señala el artículo Relación entre calidad de vida en el trabajo y síntomas de estrés en el personal administrativo universitario hay estrés y miedo.
“Establecer metas es el primer paso para convertir lo invisible en visible”.-Tony Robbins-
Las dos caras de la reacción
Ser una persona que acciona o reacciona es una actitud que escogemos y que nos lleva a resultados diferentes. En el caso de que seamos personas que reaccionamos, podremos ser felices en nuestro puesto de trabajo sin vivir el estrés de lo nuevo, experimentando una rutina tranquila y sin cambios. Sin embargo, si deseamos algo más, esta actitud puede convertirse en un lastre.
¿Qué ocurre cuando esperamos que pasen cosas desde la reacción? Normalmente, nos frustramos, solemos quejarnos y lamentarnos de nuestra mala suerte. Esto, como bien hemos ya mencionado, es porque deseamos ser proactivos, pero no sabemos por dónde empezar.
El hecho de identificarnos con una persona que acciona o reacciona tiene mucho que ver con nuestra personalidad. Si somos personas que tendemos a reaccionar, nos costará un tiempo sentirnos cómodos en la dinámica contraria. Esto no es negativo, sino todo lo contrario. Somos lo suficientemente flexibles como para pasar a la acción cuando así lo necesitemos.
¿Te identificas más con la reacción o con la acción? Nos gustaría recordarte que ninguna de ellas es mejor o peor que la otra. Simplemente son fuerzas diferentes que te conducirán por caminos distintos. Eso sí, puedes elegir cambiar en cualquier momento tu actitud cuando no te esté haciendo sentir bien.
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