Tu casa te fue prestada, por más que creas haberla comprado. El dinero sólo ahora está en tus manos, por más que sientas que te pertenece. Tu familia, tus amigos, tus hijos y tu pareja te fueron dados sólo para compartir este viaje y trascender el karma juntos. Luego partirán o partirás tú primero. Tu trabajo es temporal. Todos tus bienes también lo son. Incluso tu propio cuerpo te fue prestado para vivir esta experiencia; luego tendrás que abandonarlo.
Crees que tienes algo; pero no tienes nada. Lo único que realmente te pertenece es lo que eres en esencia: paz, amor, dicha, eternidad y silencio. Mantiene esta conciencia durante el día para liberarte de tus apegos. Sin apego, no hay sufrimiento. No te ates a nada. A ninguna persona, a ningún objeto, a ningún estado interno, a ningún bien material, a ningún deseo, a ningún proyecto. Permanece libre y liviano, disfrutando de todo como disfrutan los niños, pero sin necesitar de nada.
Crees que tienes algo; pero no tienes nada. Lo único que realmente te pertenece es lo que eres en esencia: paz, amor, dicha, eternidad y silencio. Mantiene esta conciencia durante el día para liberarte de tus apegos. Sin apego, no hay sufrimiento. No te ates a nada. A ninguna persona, a ningún objeto, a ningún estado interno, a ningún bien material, a ningún deseo, a ningún proyecto. Permanece libre y liviano, disfrutando de todo como disfrutan los niños, pero sin necesitar de nada.
Eres un alma viajera, unida a todas las almas, no sólo a algunas pocas entre millones. Tu hogar es la luz; no tu familia, no tu casa, no este mundo. No te distraigas allí afuera. Realiza tu verdadera naturaleza. Vuelve a tu Ser. Vuelve al paraíso.
Fernán Makaroff
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