jueves, 15 de junio de 2017

El Ego


Siendo conscientes de que no somos el torrente incesante de pensamientos que inundan nuestra cabeza, el punto de partida será dejar de identificarnos con ellos y comenzar a convertirnos en el observador de nuestra mente. Estar en el lugar del observador nos permite escuchar su discurso y por lo tanto, discernir entre a qué vale la pena prestarle atención y a qué no.


Para esto tendremos que identificar dónde se están originando nuestros ideas mentales y qué efecto tienen sobre nosotros. Recordemos que cualquier cosa que nos genere pensamientos, sentimientos, sensaciones, etc. negativos nacen en nuestra mente limitante y debemos apartarlos de nuestro día a día, con el fin de dar lugar a los que nacen en nuestro ser.


Imagina que estás en el cine y que en tu pantalla mental se está proyectando una película, la película de tus pensamientos y de tu vida, piensa que tú estás observando todo desde fuera, de hecho, eres tú quien maneja el proyector. Entonces, eres tú quien decide qué escena se queda y qué escena se corta.
Pasos para convertirme en el observador de mi mente
Hacernos conscientes de que existe


En la primera parte de esta secuencia de artículos, obtuvimos la respuesta a las siguientes preguntas: 

¿Qué es el ego o mente limitante? 
¿Cómo y dónde se origina? 
¿Por qué toma forma? 

A partir de la información proporcionada por dichas respuestas, podremos comprender que aunque el ego es parte de nuestra mente, esa voz que dice todo el tiempo: “No puedes”, “Mejor no lo hagas”, “Estás gordo”, etc. NO ERES TÚ. Entonces lo que podemos hacer con el fin de salir de nuestra jaula mental, es dejar de alimentar a nuestro ego con más creencias falsas, y desmontar las existentes.

Conocer cómo actúa

En la segunda parte, profundizamos en su funcionamiento y en cómo nos hace entrar en un bucle de negatividad que nos desgasta.

Tener pensamientos originados en el ego es normal, lo importante es identificar que se están originando en él. Esto lo frenará de inmediato y así evitaremos darle más fuerza a creencias limitantes o a suposiciones erróneas.

El ego se alimenta de sufrimiento, cada vez que sufrimos le damos más fuerza.

Romper nuestra identificación con él

Ahora que sabemos que nuestra mente egoica se alimenta de las creencias limitantes y de la autoimagen que hemos construido con el pasar de los años, comprenderemos que quien ha decidido todo el tiempo qué le molesta y qué no le molesta, es él en vez de nuestro sabio interior.

De ahora en adelante, desde nuestro sabio interior comencemos a aceptarnos tal como somos, y a aceptar las circunstancias que se presentan en nuestro día a día.

En el momento que rompemos nuestra identidad con el ego, dejamos de juzgar e interpretar todo lo que sucede como bueno o malo. Por consiguiente, nos hacemos libres y dejamos de alimentar a nuestra mente parlanchina.

No resistirnos

Este paso será un resultado del paso anterior, inmediatamente hayamos dejado de identificarnos con la mente limitante, no pondremos más resistencia a lo que está sucediendo en el exterior, pues quien se resiste realmente es el ego y no nuestra consciencia o ser.

Cuando nos resistimos a algo, realmente lo perpetuamos.

Este hábito, nos hace pendular entre el pasado y el futuro y en ese pendular es donde nuestro ego está alojado.

“Cuando nos resistimos a algo, es el mundo quien decide si somos o no felices” Extracto del libro una nueva tierra de Eckhart Tolle

De ahora en adelante en el momento en que identifiques que tu ego está teniendo el control, es decir, que estás experimentando sensaciones, emociones, pensamientos, resistencia o cualquier cosa negativa. Respira lentamente y repite en tu cabeza la siguiente frase hasta que entres en consciencia y retomes el mando nuevamente.

“Mi paz interior es invulnerable a cualquier factor exterior, MI PAZ INTERIOR ES…”
Estar presente

El ego no puede sobrevivir en el momento presente, se alimenta de añorar el pasado (recuerdos) y de anhelar el futuro (deseos, expectativas). En el pasado encuentra su identidad, y en el futuro su realización, porque siempre está persiguiendo algo.

Si analizas tu hoy, estoy segura que estás donde hace algunos años querías estar, soñabas con la posibilidad de experimentar tus circunstancias actuales, pensabas que estarías feliz. Si prestas mucha atención a ese hoy, donde supuestamente deberías estar feliz, realmente estás añorando otra cosa, estás trabajando y luchando con la vida para conseguir algo nuevo, algo que una vez más crees te dará la felicidad. En resumen estás repitiendo el mismo comportamiento día a día y tu presente se ha convertido en un medio para un fin.

¿Te das cuenta de que te estas perdiendo de disfrutar lo que ya tienes?, estás dejando de deleitarte con eso que creías que te haría tan feliz…

A esto lo llamo la trampa del ego, una rueda de hámster que él ha creado para seguir sobreviviendo a las amenazas que imagina todo el tiempo, como por ejemplo: “no ser aceptado”, “no ser reconocido”, “no ser lo suficientemente bello, inteligente, rico”, etc.

Trabaja por conseguir tus metas, te aseguro que conseguirás todo lo que te propongas, pero recuerda disfrutar tu camino, no empeñes tu felicidad presente por una promesa futura. Piensa que el futuro no existe, pues cuando por fin estés en ese futuro que imaginaste, realmente vas a estar en el eterno presente. El único lugar donde podemos sentir, experimentar, saborear, amar, ser felices, etc.

Ser el observador, permanecer alerta y aceptar

Después de haber logrado observarlo y escuchar su diálogo, es decir nuestro monologo interior, no lo rechaces, no luches contra él. Acepta que está ahí. Esta actitud de aceptación plena, es lo que lo inmoviliza, lo que le quita poder y lo detiene con el fin de que no se llene de más energía y termine por absorbernos y someternos.

Al observar el discurso de nuestro ego, dejamos de identificarnos con él, dejamos de ser él.

Ahora es tu momento, ahora tienes la oportunidad de sentir, de expresarte y sobretodo de ser feliz. No esperes más, sueña, camina hacia tus sueños, pero siempre sé consciente de que es hoy cuando puedes experimentar la vida. Sé consciente de que el minuto que ya pasó, no regresará jamás. Solo aquí puedes aprender, solo aquí puedes aplicar lo que has aprendido y solo aquí siembras las semillas de ese presente que vendrá lleno de situaciones y circunstancias positivas. Deja de perder el tiempo en viajes mentales entre el pasado y el futuro, y entrégate a la posibilidad de VIVIR Y EXPERIMENTAR TU VIDA HOY.

-Catalina Lobo-






“Lo que hoy somos descansa en lo que ayer pensamos, y nuestros actuales pensamientos forjan nuestra vida futura” Buda

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