jueves, 22 de junio de 2017

El egoísmo es algo muy triste

Las personas egoístas no son felices. Las personas egoístas buscan con pasión la felicidad al igual que el resto de la gente. Pero cuanto más se esfuerzan más infelices son.

Ohsawa definía al egoísta como alguien arrogante e ingrato, alguien que no experimenta gratitud aunque se le hagan decenas de regalos. Kushi definía al egoísta como alguien que antepone su felicidad a la felicidad de los demás.


Cuando vas conduciendo tu coche y llegas a una esquina donde hay otro conductor apurado por cruzar. Si antepone su felicidad a la tuya, se lanzará primero y te obligará a esperar. Porque su felicidad está primero.

Nosotros requerimos asegurar la seguridad nacional y salvarguardar los intereses de este país. Es otra declaración egoísta. Primero nuestros intereses y luego los de las otras naciones.

El egoísmo es algo muy triste. Jesús nos dejó una clave muy práctica. Trata a los demás como te gustaría que traten a ti.

Si en una pareja hay actitudes egoístas, el conflicto es inevitable. Porque la sabiduría consiste en buscar la felicidad del otro con el mismo afán que la nuestra.

En toda negociación exitosa ambas partes ganan. Pero en los deportes y otras actividades humanas. Todavía funciona el que uno pierda y otro gane.

Unos son felices a costa de la infelicidad de los otros. No es demasiado diferente de la época en que los marinos portugueses traficaban esclavos hacia las plantaciones de caña de azúcar en Brasil.

Mi felicidad primero. La tuya puede esperar. Porque yo no tengo tiempo ahora. El egoísta busca la felicidad con todas sus fuerzas y se equivoca en el procedi-miento.

Cuando comprenda cambiará. Pero...¿cuánto tiempo requiere para comprenderlo?. Wyne Dyer nos enseñó que encontró su felicidad personal trabajando por la felicidad de las otras personas y de todas las formas de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario