La abundancia

Porque al que tiene se le dará más y tendrá de sobra.
Y al que no tiene, hasta lo poco que tiene lo perderá.
Esta enseñanza se encuentra en el evangelio de Mateo (13:12)
Y nos hace pensar.
Es un despertador.
Y no es fácil de comprender.
Se sabe que la riqueza se acumula en un porcentaje pequeño de la población mundial.
Mientras que la inmensa mayoría hasta lo poco que tiene lo pierde.
La reacción emocional lógica es de querer sacar al que tiene mucho para darle al que tiene menos.
Como hacía Robin Hood.
Pero aunque procedamos así, la enseñanza de Mateo seguirá operativa, porque es una Ley universal.
Porque se trata simplemente de una expresión antigua de la Ley de Atracción.
Si le sacamos al que tiene mucho para darle al que tiene menos.
El que tiene menos seguirá sintiéndose pobre y merecedor de la ayuda externa.
Proyecta carencia en la matriz.
Y la matriz le da más carencia.
Es como poner agua en un bidón que tiene un orificio.
Por más agua que vertamos, se vaciará en minutos.
El que tiene el conocimiento de esta ley.
Cree en su propia grandeza, se siente grande, digno, divino y merecedor de todas las cosas buenas de la vida.
Pero quien se cree desgraciado, pobre, débil, enfermo, carente y procede como un mendigo.
Eso proyecta en la matriz y la matriz le da eso que proyecta.
Y llega a la conclusión de que la vida es injusta.
Porque unos tienen mucho.
Y muchos tienen poco o nada.
Y esperan que el gobierno haga un reparto justo de los recursos.
Y comienzan los forcejeos.
Si todos aplicamos la Ley de la Atracción.
Habrá de sobra para todos.
Porque la carencia sólo existe para quien cree en ella.
Los que creemos en la abundancia tendremos abundancia.
Los que creen en la carencia eso tendrán.
Cuando los dirigentes de un país no comprenden la Ley de la Atracción.
Creen que la única forma de crear justicia social.
Es salir con el látigo como los antiguos cobradores del imperio romano.

-Martín Macedo-