La dificultad crea la fuerza.
La facilidad crea la debilidad.
La dificultad crea la felicidad.
La facilidad crea la tristeza.
Porque se trata de niveles de energía.
Cuando se genera la dificultad.
También se genera la voluntad de hierro para vencerla.
Pedimos a las fuerzas superiores que nos asistan.
Y la energía aparece.
Y nos sentimos grandes, fuertes y valientes.
Pero si no hubiéramos generado estas dificultades que solucionar.
Si tuviéramos un entorno que nos resolviera todo.
Estas potencialidades se oxidarían por falta de uso.
Nos volveríamos dependientes y frágiles.
Miedosos e inseguros.
Por eso cada obstáculo que la vida nos ofrece.
Es un trampolín hacia la fuerza infinita.
Y si tenemos una salud excelente.
Pro-boca-da por hábitos excelentes.
Nos volveremos fuertes como búfalos salvajes.
Y podremos experimentar la fuerza infinita.
-Martín Macedo-
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