La palabra información es muy importante. In-forma-acción.
La información le da su forma a todas las cosas.
El cuerpo humano está compuesto básicamente por oxígeno (65%), carbono (18%), hidrógeno (10%) y nitrógeno (3%).
Pero no hay dos personas exactamente iguales.
Hay átomos e información.
La información distribuye a los átomos en el espacio.
Si cambia la información, cambia la forma.
Cuando éramos niños escuchábamos las noticias en la TV.
Era la hora del informativo y así se lo llamaba hace 40 años.
En el informativo dan la forma a las emociones colectivas.
La información se comparte por medio de palabras e imágenes.
Y emociones y sentimientos.
Si cambio la información de mi cuerpo, mi cuerpo cambia.
La información es básicamente un tipo de vibración.
Cuando hay una enfermedad, ésta sólo se sostiene porque una determinada información la mantiene con esa forma.
El enfermo cree en la enfermedad como algo muy difícil de cambiar.
Y esta creencia es reforzada por el médico que también cree lo mismo.
Y su creencia es sólo un paquete de información.
Adquirido en las escuelas médicas.
Pero si aparece un gran sanador y convence al enfermo de que su mal tiene cura.
Cambia la información y cambia el comportamiento de la materia.
Esos mismos átomos que estaban en el enfermo.
Se disponen de otra forma en el espacio.
Y se forma un cuerpo con salud perfecta.
La información da la forma de las cosas.
La información se vehiculiza con palabras emocionadas.
Con imágenes y con creencias.
La fe mueve montañas.
Las creencias mueven montañas.
La información cuando se estabiliza mueve montañas.
Cada alimento contiene información.
Si lo cocinamos con amor y gratitud.
Escuchará nuestro informe y tendrá otra forma sutil.
Que hará que su efecto saludable se amplifique.
Por eso ver al alimento como una aglomeración de proteínas y vitaminas.
Es una grosería.
Porque lo que no se ve es lo que da forma a lo que se ve.
-Martín Macedo-
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