viernes, 16 de junio de 2017

La curación del cuerpo no se puede separar de la curación de la mente

Yin y yang no se pueden separar.
Es como querer separar al día de la noche.
O el occidente del oriente.
Son dos pero al mismo tiempo son uno.
Por eso salud y enfermedad no se pueden separar con un bisturí.
Inhalar y exhalar no se pueden separar por muy sofisticada que sea la tecnología.
La curación del cuerpo no se puede separar de la curación de la mente.
Algunas personas siguen mis recomendaciones nutricionales y esperan que con seguir una dieta como si fuera una prescripción de medicinas su salud retornará.
No leen.
No toman clases.
No mastican bien.
No les interesa el estudio de la filosofía.
Entonces mejoran un poco al principio.
Pero luego de unos meses su salud desmejora.
Y comienzan a dudar.
Y a buscar otras opiniones que se sitúan en las antípodas de la visión macrobiótica.
Y luego me reclaman: hicimos lo que tú nos dijiste y no funcionó.
Y retornan a los antiguos hábitos porque ...total la dieta que nos dieron no dio resultado.
No funcionó.
Como si se tratara de un electrodoméstico.
Si no se cambia la mente.
No se toca el origen profundo de la cura.
Porque la mente, las creencias y las emociones tienen un poder inmenso sobre la fisiología y el nivel de energía.
Nadie cura.
Cada uno tiene la responsabilidad de curarse.
Porque nadie puede respirar por ti, masticar por ti, decidir por ti ni imaginar por ti.
Si permitimos que la mente se llene de imágenes aterradoras.
No podemos esperar que la dieta haga milagros.
Pero si se llena de visiones felices y valientes.
Ocurrirá un milagro.
Muchos milagros en el mundo.
Cada vez más y más en la medida que más personas comprendan.
Que mente y cuerpo son inseparables.


-Martín Macedo-

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