Fuertes y débiles. Siempre los habrá. En los fuertes yang es la fuerza dominante. En los débiles yin es la fuerza dominante.
Está la fuerza heredada.Está la fuerza cultivada con voluntad de hierro. Está la debilidad heredada. Está la debilidad auto generada.
Tener una super salud genética es como tener una billetera llena de dinero. Quien la tiene se siente bendecido y camina por la vida con una potente auto confianza. Y comparte su riqueza con el mundo. Los que tienen una salud frágil son conscientes de su limitación. Y piensan constantemente en ella. Andan con la cabeza gacha. Y dan poco porque saben que su billetera está casi vacía.
Entonces la Ley de Atracción le dará más al que tiene más. Y menos al que tiene menos.
El que padece pobreza y enfermedad. Estará preocupado y sintiéndose desafortunado. Y pedirá apoyo.
Pero estas son las percepciones falsas de los egos. El ego del que se siente fuerte y afortunado. El ego del que se siente pobre y poco agraciado. Más allá del ego está nuestra dimensión infinita. En ésta estamos todos en igualdad de condiciones.
Cuando despierta la sabiduría en nosotros. Comprendemos que fuerza y debilidad son ilusorias y pasajeras como la flor del cerezo. La fuerza juvenil se convierte en la debilidad de la madurez. La inexperiencia juvenil se convierte en la experiencia que enseña grandes lecciones. Por ello la percepción del ego siempre nos quita la paz y la ilusión por una vida más grande. La percepción de nuestra dimensión infinita nos da una vida infinita.
Una salud infinita. Una convicción infinita. Una felicidad infinita. Una voluntad de hierro. Porque al sentir que somos infinitos. Tomamos conciencia de nuestra grandeza. Entonces todo cobra vida, magia y colorido. Ya somos. Ya estamos. Ya tenemos. Sólo tenemos que focalizar con nuestra pasión infinita. Todo lo que deseamos manifestar. Y todo será posible. Mientras respiremos y el corazón siga latiendo.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario