Todos hacemos varias actividades que no nos gustan mucho... y que sin embargo, nos sentimos "obligados" a hacerlas. ¿Qué pasaría si pudiéramos darle sentido a estas actividades, y transformarlas en algo que sume? ¿Cómo sería convertir nuestras tareas cotidianas en cosas que disfrutamos hacer?
¿Qué cosas haces en la vida que no experimentas como divertidas? Lista en un papel todas las cosas que te contáis "tenes que" hacer. Agrega cualquier actividad que no te guste hacer, pero que la haces de todos modos porque percibís que no tenes alternativa.
Paso 1: listar los "tengo que..."
Cuando hice esta lista por primera vez, me hizo reflexionar sobre cuánto tiempo estaba gastando en no disfrutar la vida. Noté cuántas actividades ordinarias y cotidianas hacía engañado en creer que no tenía opción.
La primer actividad de mi lista era "escribir reportes clínicos". Odiaba escribir estos reportes, y sin embargo agonizaba durante una hora diaria en esta actividad.
Paso 2: transformarlos en "elijo hacer..."
Después de completar la lista, acepta con claridad que estás haciendo estas actividades porque lo elegís, y no porque tenes que hacerlas. Agrega las palabras "Elijo..." adelante de cada ítem de la lista.
Recuerdo mi propia resistencia en este paso. "Escribir reportes clínicos no es algo que elijo hacer! Tengo que hacerlos. Soy psicólogo, tengo que escribir estos reportes".
Paso 3: agregar el "porque quiero..."
Después de entender que elegimos hacer una actividad en particular, descubramos la intención detrás de esta elección. Para esto, completemos la oración: "Elijo hacer... porque quiero... "
Al principio me costó identificar lo que quería al escribir estos reportes clínicos. Ya había determinado, varios meses atrás, que estos reportes no le servían a mis clientes lo suficiente como para justificar el tiempo que me llevaba escribirlos. Entonces, ¿por qué continuaba invirtiendo tanta energía en su preparación? Finalmente me di cuenta que estaba eligiendo escribir estos reportes sólo porque quería el dinero que me brindaban. Ni bien me di cuenta de esto, nunca más escribí los reportes. No te puedo explicar lo feliz que me hace pensar en todos los reportes que no escribí desde hace 35 años! Cuando entendí que el dinero era mi motivador principal, descubrí que podía encontrar otras formas de mantenerme financieramente (y, de hecho, prefiero revolver la basura en busca de latas de comida antes que completar otro reporte de esos).
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