La esperanza es la venganza. Aquí empieza la parte más amable de este artículo. He querido hacer un breve resumen de los datos que he considerado más relevantes antes de entrar a hablar de las posibles soluciones a corto, medio y largo plazo, me parece de vital importancia que desde hoy adoptemos individualmente las medidas que sean necesarias para evitar que todo esto derive en una realidad macabra. Estamos hablando de algo serio. En este punto solo se admiten dos opciones: la caída del ego y el despertar de una nueva era o el inicio de la etapa más oscura que haya vivido la historia de humanidad. Debemos aprovechar todo esto para inspirar un cambio de paradigma, para impulsar un salto evolutivo positivo.
¿Qué podemos hacer o qué medidas podemos adoptar?
A CORTO PLAZO (durante la cuarentena) Se trata de pequeñas acciones, hábitos o cambios de mindset:
1. Apagar la televisión: posiblemente el acto más revolucionario ahora mismo. Dejar de leer, ver o escuchar los medios de desinformación masiva que lo único que buscan es alimentar el miedo. Demostrarles que no tenemos miedo, que son ellos las que deben temernos porque si nos unimos podemos ser mucho más fuertes. ¡Somos más!
2. Elevar tu nivel de consciencia: lo más importante para afrontar todo esto es ser conscientes, es decir, DARNOS CUENTA, estar presentes, empezar a cuestionar las cosas. Todo lo que se vuelve consciente desaparece. La única forma de transformar el mundo es consiguiendo que cada individuo transforme su mundo interior. Es por eso que ahora más que nunca es vital mirar hacia adentro y empezar a llenar ese vacío existencial, de adentro hacia afuera.
3. Proteger tu energía vital: seguir una dieta mental que nos permita mantener limpia nuestra vibración, elevando nuestra frecuencia. Donde pones tu foco pones tu energía. Un lenguaje de baja vibración cocrea una realidad de baja vibración. Cuidar tus pensamientos (qué estoy pensando), no solo lo que pienso sino también lo que veo o escucho (los medios), qué me estoy diciendo y qué le digo al otro, cómo (me) hablo, qué ingiero (nutrición consciente), qué recibo y qué doy. Tus pensamientos también crean tu realidad: los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Decide lo que quieres vivir porque será lo que acabes creando mañana. ¿Te imaginas si todos hacemos este ejercicio? Si eliges vivir un mundo lleno de amor, tu salud mejorará (y el mundo también). El descanso, la meditación, el deporte o relajarte también eleva tu energía vital.
4. Cultivar la quietud: aprovechar esto como un espacio de reflexión, como una oportunidad de crecimiento. La meditación como práctica contemplativa. Apenas practicamos el silencio, no cultivamos la soledad, estamos tan acostumbrados a pasar tiempo con gente que no sabemos quedarnos a solas con nosotros mismos. La excusa más frecuente es que no tienes tiempo, ahora supuestamente te sobra. Aprovéchalo. No mates el tiempo.
5. Eliminar lo que sobra: limitar lo que te limita, quitar de tu vida todo aquello que te quita la alegría (hablamos de pensamientos limitantes, malos hábitos, personas tóxicas, etc.). Si no sabes lo que necesitas para ser feliz, empieza por identificar lo que te hace infeliz y apártalo de tu vida. Es el momento de vaciarte. Usa esta experiencia como un proceso depurativo para liberarte y sanarte.
6. Dejar de quejarte: la queja baja tu vibración. La ignorancia consiste en quejarnos, lamentarnos y victimizarnos ante lo sucedido, buscando constantemente culpables. La ignorancia es un síntoma del ego, cuando dejas de identificarte con tu parte oscura es cuando empiezas a practicar la gratitud.
7. Agradecer: es lo contrario a la queja. La gratitud es el ejercicio más potente para cambiar tu estado interno. Sé que en estos momentos puede resultar difícil, pero ser agradecidos con lo esencial, con lo básico, como pueda ser un techo dónde vivir, una cama dónde dormir o una pareja que te ama, agradecer a la vida por seguir vivos, por estar aquí y ahora leyendo esto, por esa hija tan maravillosa o por esta pausa que podemos aprovechar para conocernos y que dejen de tomarnos el perlo.
8. Dejar de negar: comprender -> aceptar. Ya lo decía Carl Gustav Jung: “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma.” No luchamos, transformamos. El verdadero cambio llega cuando comprendes las cosas, las aceptas y (entonces sí) sigues avanzando, es ahí cuando creces, cuando llega el progreso.
9. Verbalizar o escribir: para sacar todos nuestros miedos. No te lo quedes dentro.
A MEDIO PLAZO (puedes empezar también ahora) Se trata de un trabajo profundo contigo mismo, doloroso pero necesario. Empieza por hacerte preguntas: ¿cómo estoy? ¿Cómo me siento? ¿Me gusta mi vida? ¿Realmente soy feliz? ¿No me quejo? (sé honesto) ¿esta es la vida que quiero? ¿Me tengo en cuenta? ¿Me priorizo? ¿De verdad quiero seguir viviendo sometido? Te propongo un viaje interior en 9 pasos:
1. Abrazar a tu niño interior: todos tenemos heridas de nacimiento, emociones reprimidas provocadas por experiencias vividas durante la infancia (especialmente hasta los 7 años, no necesariamente por haber tenido una infancia traumática). Estas heridas pueden ser el abandono, el rechazo, la humillación, la traición y/o la injusticia. Esto provoca que nos convirtamos en adultos inseguros, en muchos casos con traumas, creencias limitantes y actitudes de auto sabotaje.
2. Identificar tu modelo mental: por lo anterior, es importante que conozcamos cuál es ese esqueleto psicológico que te caracteriza; para ello, existen herramientas como el eneagrama o la carta astral, que no solo te ayudan a conocerte, sino que te permiten identificar esa herida para sanarla, comprendiendo también la herida de tus padres (que lo hicieron lo que mejor que supieron dentro de sus posibilidades).
3. Cultivar tu amor propio: la percepción que tienes de ti mismo es fundamental para afrontar el mundo con valentía y cocrear una experiencia de vida plena, gustosa y placentera. Para amar la vida tienes que amarte, cuando no amas la vida vives con miedo. Solo puedes dar aquello que antes te has dado a ti mismo. Para enamorarte de ti debes pasar por diferentes fases: comprensión, aceptación, auto concepto, autocuidado, emancipación, empoderamiento y amor incondicional.
4. Cuestionar tus creencias: el 95% de tu vida no la controlas tú de forma voluntaria, sino que es tu inconsciente el que decide por ti. En ese inconsciente es donde se encuentran todas las creencias heredadas (fundamentalmente de tus padres) que han sido programadas en tu mente y que han ido condicionando por completo tu vida adulta, por eso es importante desaprender antes de alimentar tu mente con nuevos pensamientos que te permitan cambiar tu actitud ante la vida. Al cambiar tus creencias (percepción del mundo) cambias lo que vives (tu realidad).
5. Explorar y experimentar: es fundamental ampliar tu zona de comodidad, probar cosas nuevas para diseñar una vida más conectada contigo, con tu verdadero ser.
6. Conocerte: la verdadera transformación se produce cuando te conoces a ti mismo. Cambiar el “yo pensador” por el “yo observador,” la observación (hacia afuera) por la autoobservación (hacia adentro). Descubrir cuáles son tus valores esenciales.
7. Encontrar tu propósito: ese motor interno, esa motivación que nace de la combinación de tu talento (aquello que se te da muy bien), tu pasión (aquello que amas), tu profesión (aquello que genera ingresos) y tu misión (aquello que la gente necesita). Es lo que los japoneses llaman “ikigai”.
8. Construir tu marca personal: la percepción que tienen de ti, por eso necesitas cultivar tu amor propio antes de crear tu marca personal, solo así podrás proyectar una imagen sólida y coherente. Tu marca personal es aquello que te diferencia.
9. Desatar tu potencial: cuando logras vivir en propósito, totalmente alineado contigo, poniendo en valía tus rarezas, diferenciándote y aportando valor al mundo. Sabes que estás desatanto tu verdadero potencial cuando vives una vida plena, cuando te enamoras de tu vida y te llena lo que haces (porque está conectado con quien eres).
A LARGO PLAZO (para después de la cuarentena, cuando salgamos de casa) No se trata de reformar sino de transformar. Sin auto transformación no hay despertar, sin despertar no hay progreso, sin progreso no hay crecimiento. Esto es un boceto de lo que podría ser un futuro manifiesto de vida consciente, un manual de vida rebelde. Debemos impulsar este cambio de paradigma hacia una nueva Era del Conocimiento, una nueva era mucho más consciente en la que pasemos de un sistema esclavista, corrupto y totalitario (que fomenta la ignorancia) hacia una vida más respetuosa para todos; puede que algunas de estas cosas te suenen utópicas:
1. Dejar de alimentar el sistema: esto es lo primero de todo, de esta manera el propio sistema dejaría de tener sentido. ¿Cómo podemos hacerlo? Con la suma de pequeñas grandes acciones, como por ejemplo: dejando de votar en las elecciones (yo lo confieso alto y claro: jamás he votado), boicoteando a determinadas empresas o marcas que no sean responsables con el medio ambiente (dejando de invertir tu dinero en ellas), rebajando tu huella digital, emancipándote de papá estado, dejando de ver o escuchar los medios de desinformación masiva.
2. Minimalismo: consumismo sostenible y responsable. La velocidad enfermiza de la sociedad del consumo excesivo y materialista tan solo conduce a la frustración, el sufrimiento y la infelicidad. Con este modelo económico y social no somos felices. Mucha gente corriendo sin saber a dónde va. Podemos vivir con mucho menos, no necesitamos tanto. Se trata de volver a lo esencial: la felicidad como forma de vida (como hábito, no como meta), valorar el tiempo (en lugar de malgastarlo, no venderlo para comprar cosas que no necesitamos), etc.
3. Alimentación consciente: dejando de consumir alimentos transgénicos y productos ultra procesados. Llevamos años siendo intoxicados por la industria de la alimentación, prima-hermana de la industria farmacéutica. Se trata de comer sano, orgánico y natural, poco a poco ir hacia una alimentación vegana. Y practicar deporte. Cultivar tu propio alimento sería maravilloso con un huerto comunitario, para producir tu propia comida y no depender de la industria de los transgénicos.
4. Finanzas conscientes: hacerte cargo de tu propia economía no requiere más que leer algunos libros sobre inteligencia financiera básica y ser disciplinado con las finanzas. Comenzar una cooperativa de ahorro comunitario y administrar un arca común con personas de confianza (familiares y amigos) te permitirá adquirir la liquidez financiera que los bancos nos han quitado a través de la especulación de capitales. Por otra parte, sería el fin del endeudamiento que fomenta el sistema de esclavitud moderno: no más créditos, no mas hipotecas.
5. Economía consciente: practicando el trueque (por ejemplo) como alternativa al dinero con modelos colaborativos de cooperación o intercambio para crear empresas autosustentables. No necesitamos dinero, el dinero es una forma de conseguir lo que necesitamos pero no la única. ¡Busquemos otras!
6. Educación consciente: esto es fundamental. Fin del adoctrinamiento industrial, de esa educación que no educa sino que nos programa para obedecer órdenes. Se trata de estimular la creatividad y ayudar a cada individuo a desatar sus capacidades y potencialidades innatas a través de la inteligencia emocional, el desarrollo personal, etc. Una alternativa viable es la “homeschooling” (educar en casa).
7. Profesión consciente: se acabó la precariedad laboral. Es el momento de que emerjan profesionales conscientes y comprometidos, profesionales con propósito que se dediquen a labores creativas. Esto provocará un aumento del teletrabajo y la digitalización necesaria de muchas empresas conscientes y profesionales.
8. Comunicación consciente: los medios tradicionales (al servicio del poder) deben desaparecer o migrar hacia un modelo neutral. Quizás de lo más utópico, pero si formamos a profesionales conscientes conseguiremos medios de comunicación conscientes que de verdad informen sin distorsionar ni manipular la realidad.
9. Ecología consciente: respeto por nuestro planeta, responsabilidad con el medio ambiente, con nuestro hogar. La industrialización ha provocado un aumento exponencial de la contaminación (uso de recursos naturales, producción de residuos, etc.); también la producción de carne animal: el sector ganadero genera un 18% más de gases de efecto invernadero (CO2) que el sector del transporte. El cambio climático es una realidad. Debemos estar más conectados con la naturaleza.
10. Altruismo: una gran práctica espiritual. Servir a la comunidad, dejando que fluya nuestra creatividad es algo que está en la naturaleza humana. Dentro de cada uno existe un espacio tranquilo, un espacio de (c)alma y serenidad. Necesitamos cultivar el autoconocimiento, un desarrollo profundo de cada ser humano para lograr ese despertar de la consciencia del que venimos hablando. La espiritualidad no debe generar rechazo, el revolución espiritual es algo que nos permitirá prosperar como especie (en lugar de extinguirnos), de forma individual y colectiva.
¡DESPIERTA!
El sistema funciona porque tú les funcionas. Si quieres un mundo mejor, constrúyelo. Tomemos acción. Deja de creer en esta farsa y empieza a creer en ti. La única opción de cambiar DE VERDAD las cosas es consiguiendo que cada uno de nosotros se haga cargo de sí mismo. Tiene que haber una (r)evolución pacífica y silenciosa, una rebelión individual, un despertar masivo de consciencia.
Tienes que cuestionar, darte cuenta, desarrollar una visión crítica hacia los mecanismos de influencia y persuasión del sistema. Asume tu responsabilidad de una vez por todas. Lo que quieren es acobardarnos, meternos el miedo en el cuerpo para que no hagamos nada.
Es hora de mirar hacia adentro, es el momento de conocerte de verdad, de DAR y poner tu talento al servicio de los demás. ¡Ahora más que nunca!
El mundo cada vez está peor porque nosotros nos hemos abandonado. Está en tu/mi mano cambiarlo: si nos respetamos, acabaremos respetando al mundo y cocreando un mundo más humano.
Si no luchas contra esto te conviertes en un esclavo más del sistema y yo no quiero que ese sea el mundo en el que vivan mis hijos (ni los tuyos, si los tienes o cuando los tengas). Si no lo haces por ti hazlo por ellos.
Tenemos que comprender y aceptar lo que está pasando, puedes estar o no de acuerdo pero por favor… dejemos de mirar para otro lado. Dejemos de “esperar a que pase algo” porque la realidad es que si no hacemos nada lo único que pasará es el tiempo.
Debemos cambiar la preocupación (miedo) por la ocupación (amor) para luchar por nuestra individualidad, por un futuro mejor. Si cooperamos no pueden ganar.
Nada de esto es nuevo: provocan la crisis para instaurar un nuevo orden. Quizás lo más difícil sea desaprender y cuestionar(te) ante el desmoronamiento del mundo tal y como lo conoces, pero no es tiempo de lamentos… piensa: ¿qué puedo dar al mundo?
Es hora de que cada cual asuma su papel, de que aportemos valor, de que alcemos la voz. En lugar de temer, que nos teman.
Ya lo decía Henry David Thoreau: “el hombre (y la mujer) libre debe plantar cara a la ley cuando esta es injusta: es su deber”. No te estoy animando a la “desobediencia civil”, tan solo que dejemos de vivir con ignorancia y conformismo, estoy harto de formar parte de una sociedad que se hace la tonta ante la desigualdad, la pobreza o el hambre, y que soluciona las crisis sociales con distracciones banales. Nos alimentamos de las desgracias ajenas y confiamos en un sistema que nos tiene idiotizados.
La verdadera vacuna que necesitamos se compone de 6 ingredientes:
• VIBRACIÓN: proteger tu energía para que tu sistema inmune no se debilite. Apagar la televisión posiblemente sea el acto más revolucionario en este momento.
• AUTOCONOCIMIENTO: mirar hacia adentro para conocerte, saber quién, qué (no) quieres y para qué vales. Es hora de empoderarte. ¡No dejes que te manipulen!
• CONSCIENCIA: cuestionarlo todo, incluso tus propias creencias. Ser consciente es darte cuenta, vivir presente, tomar acción. Lo contrario es la ignorancia.
• UNIDAD: ahora más que nunca tenemos que evitar por todos los medios la fractura social (es lo que pretenden) #somosunatribu. Todos remamos en el mismo barco.
• NEUTRALIDAD: ya no se trata de banderas ni de ideologías políticas, se trata de ser neutrales, nos jugamos la vida (literalmente) y nuestro futuro como especie.
• AMOR: para neutralizar el miedo. Para vivir con amor tienes antes que cultivar el amor propio y dejar de identificarte con tu ego para conectar contigo, con tu verdadera esencia.
Para amar la vida tienes que amarte. Enamorarte de ti es la clave de todo
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