Tener una buena memoria es esencial para ser feliz.
Porque una buena memoria es mucho más que recordar números, fechas y artículos del código penal.
Oshawa nos dijo que cuando recuperamos la salud también recuperamos la memoria infinita, llegando incluso a recordar nuestra vida anterior.
Pero lo más importante es que conseguimos recordar a qué hemos venido a este mundo.
Recuperamos la memoria más importante luego de una prolongada amnesia.
Recordamos nuestra misión.
La alimentación de máxima calidad nos devuelve este tipo de memoria infinita y de esa forma todas las experiencias acumuladas en otras jornadas de vida nos servirán en esta.
Pero si andamos desmemoriados por la vida, todo lo que aprendimos antes no nos servirá de nada, porque no lo podremos utilizar.
Andaremos como un barco a la deriva, tratando de buscarle un sentido a nuestra existencia.
Pero cuando recuperamos la memoria profunda, recordamos nuestra misión y comenzamos a prepararnos para cumplirla con éxito.
Y aún recordándolo necesitamos refrescar nuestras habilidades innatas, porque somos viejas almas en cuerpos nuevos.
Nuestro cuerpo necesita aclimatarse, fortalecerse y entrenarse para cumplir la misión que el alma anhela realizar lo antes posible.
Gracias a la nutrición de la más alta calidad recuperamos la memoria hacia el infinito.
Recordamos que somos almas eternas, viviendo aquí una experiencia temporal.
Gracias a esta comprensión el miedo se disipa porque sabemos que el viaje del alma no conoce ni el tiempo ni el final.
Gracias a la nutrición y gracias a esta poderosa memoria accedemos a un tipo de sabiduría que no se accede en las aulas ni en las universidades.
Nuestro cuerpo alcanza el máximo de fuerza en sus habilidades, y entonces gracias a nuestra infinita voluntad, determinación y persistencia nuestras probabilidades de realizar nuestra misión serán muy altas.
Por eso es tan insensato nutrirse con los alimentos comerciales del supermercado; comidas de la más baja calidad, tóxicas, debilitantes y que nos embotan.
Su único valor proviene de su bajo costo y atractiva textura y sabor.
Pero nuestra memoria profunda se nubla y nuestras energías se agotan pronto lo que nos aleja de nuestra misión y de la posibilidad de sobrepasar todos los desafíos que tendremos que enfrentar.
Una nutrición de óptima calidad es esencial para recuperar nuestra memoria profunda y para maximizar nuestras fortalezas innatas.
Así estaremos en condiciones ideales para vivir una vida magnífica.
Pero un número increíblemente grande de personas sigue durmiendo mientras toma palomitas de maíz transgénico y bebidas cola frente al televisor donde una gran cantidad de entretenimientos alimentan sus mentes para que sigan su camino junto al rebaño.
Pero un día una gran dificultad los hará despertar.
Y ese día recordarán que son seres infinitos que han elegido experimentar la pequeñez hasta el extremo de olvidar totalmente sus orígenes y sus grandes poderes.
-Martín Macedo-
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