lunes, 12 de abril de 2021

Lo absurdo de la esperanza

 


En la crisis actual, los políticos, los sacerdotes y los medios de comunicación siguen hablando de la ‘esperanza’. ¿Es esto útil?

“Tienes que ver la estrategia: mantener a la gente en lo falso, para que sigan siendo miserables. Los miserables necesitan sacerdotes, políticos, psicoanalistas, todo tipo de charlatanes, porque su miseria es tal que están dispuestos a caer en la trampa de cualquiera, de quien les dé esperanza. La esperanza es casi como el opio: olvidas tu miseria, empiezas a soñar hermosos sueños...

La esperanza es el opio del pueblo. Y le siguen dando esperanza. La esperanza es el mejor negocio del mundo. Durante miles de años los sacerdotes han estado explotando, dando esperanza: 'En la próxima vida...' Y nadie les ha preguntado: '¿Por qué no en esta vida?'. Y ¡esta vida debe haber sido 'la próxima vida' en la vida anterior! Hemos sido miserables en la vida pasada, y esperábamos esta vida; somos miserables. Y de nuevo estás diciendo 'en la próxima vida', o ‘en el paraíso'. Ni un solo testigo, ni pruebas; no existe evidencia de algún paraíso. Pero la persona miserable está lista para creer en cualquier cosa; la creencia tiene que ser un consuelo”.

“Ese fue un concepto muy conveniente para todos los intereses creados porque el ser humano que está dispuesto a sufrir puede ser fácilmente esclavizado. El ser humano que está dispuesto a sacrificarse hoy por un mañana desconocido ya ha declarado su inclinación a ser esclavizado. El futuro se convierte en su esclavitud. Y durante miles de años, el hombre ha vivido únicamente en la esperanza, en la imaginación, en los sueños, en las utopías, pero no en la realidad. Y no hay otra vida que la vida de la realidad, que la vida que existe en este momento”.

Para seguir leyendo en inglés, visitar: The New Man, the Very Salt of this Earth

¿Es nuestra necesidad de consuelo la que está siendo explotada, al sernos ofrecido este opio de ‘esperanza’?

“Friedrich Nietzsche tiene razón. Él dice: 'Por favor, no destruyan las mentiras de la gente, sus ilusiones, porque si destruyes sus ilusiones, no podrán vivir en absoluto; se derrumbarán’. No encontrarán nada por lo que valga la pena vivir. Viven a causa de las ilusiones; las ilusiones siguen dándoles esperanza. Viven en el mañana que nunca llega. Viven en sus ambiciones que nunca se cumplen; pero se cumplan o no, a través de esas ambiciones, deseos e ilusiones y expectativas y esperanzas pueden arrastrar sus vidas hasta sus tumbas. Si destruyes sus ilusiones, pueden simplemente caer muertos aquí y ahora porque entonces no tiene sentido vivir".

¿Por qué somos tan vulnerables a este tipo de explotación?

"La mente vive en la esperanza y de la esperanza; sigue pensando que algo va a pasar...

Todo es. Hay que recordarlo constantemente, porque sigues huyendo de esto a la carrera. Todo movimiento es un sueño, no importa que te muevas por el dinero o por Dios. No importa que pienses en el cuerpo o en el alma. No importa que quieras ser muy rico, muy famoso o iluminado. Todo es sueño. Llegar a ser es un sueño.

Mira lo que eres, y no sigas buscando lo que te gustaría ser. La esperanza es el secreto de la mente; la mente vive a través de la esperanza, se nutre de la esperanza. Una vez que dejas de esperar, una vez que te relajas y dejas desaparecer las esperanzas, de repente te despiertas a la verdad: la verdad de tu ser, la verdad de toda la existencia".

¿Estamos al parecer, atrapados en esta esperanza adictiva?

“Sólo puedes esperar, tener esperanza y frustración, luego más esperanza y más frustración: este será tu círculo. Y cuando te frustras más esperas más, porque ese es el único consuelo. Sigues moviéndote en el futuro porque en el presente siempre estás frustrado, y la frustración viene debido a tu pasado.

En el pasado este presente era el futuro, y tú lo esperabas. Ahora es una frustración. Entonces esperas de nuevo el futuro, y cuando se convierta en el presente volverás a frustrarte. Entonces volverás a esperar. Entonces habrá más frustración, más esperanza, y con más esperanza, aún más frustración. Este es un círculo vicioso”.

¿Produce algún daño tener esperanza, incluso si esta sólo nos hace sentir un alivio temporal?

“La esperanza es una enfermedad, una enfermedad de la mente. La esperanza no te permite vivir. La esperanza no es el amigo, recuerda; es el enemigo. Es debido a la esperanza que sigues posponiendo. Pero seguirás siendo el mismo mañana también, y mañana también esperarás un futuro. Y esto puede seguir así eternamente, y puedes seguir equivocándote. Deja de posponer. ¿Y quién sabe lo que el futuro te va a revelar? No hay forma de saberlo. Es una apertura; todas las alternativas están abiertas. Lo que realmente va a pasar, nadie lo puede predecir".

“El ser humano vive simplemente en la esperanza, y esto no es vida porque la esperanza significa sueño. A menos que vivas aquí y ahora, no estás vivo. Eres un peso muerto, y ese mañana que cumplirá todas tus esperanzas nunca vendrá. Sólo cuando llegue la muerte te darás cuenta de que ahora no hay mañana, y ahora no puedes posponer. Entonces te sentirás desilusionado, engañado, pero nadie te ha engañado; eres el artífice de todo el lío.

Trata de vivir en el momento, en el presente, y no atesores esperanzas, cualquiera que sea su naturaleza. Pueden ser mundanas, pueden ser del otro mundo; es lo mismo. Pueden ser religiosas – en algún lugar en el futuro, en el otro mundo, en el cielo, en el Nirvana, después de la muerte – pero es lo mismo. No esperes. Incluso si sientes aquí una sutil desesperanza, quédate aquí. No te muevas del momento aquí y ahora. ¡No te muevas! Sufre, pero no permitas que entre la esperanza.

A través de la esperanza el sueño entra. Abandona la esperanza. Si no hay esperanza en la vida, abandona la esperanza. Acéptalo, pero no te aferres a ningún evento futuro. Entonces de repente habrá un cambio. Una vez que permaneces en el momento presente, los sueños se detienen, porque entonces no pueden surgir. La fuente ha sido retirada. Al cooperar con ellos, los mimas; por eso surgen. No cooperes con ellos, no los mimes”.

Entonces, ¿no es la esperanza el antídoto contra la desesperanza?

“De alguna manera se necesita un equilibrio profundo. Sólo entre las dos, exactamente entre las dos, está la trascendencia.

Tú has vivido por tanto con esperanza. Ahora la esperanza ha fracasado y estás viviendo en la desesperanza. Ahora deja que la desesperanza también fracase: abandona tanto la esperanza como la desesperanza. Simplemente trasciende esa actitud que vive en el futuro. ¡Vive aquí ahora! Vivir con esperanza es vivir en el futuro, que realmente es posponer la vida. No es una forma de vivir, sino una forma de suicidio. No hay necesidad de esperanza y no hay necesidad de sentirse desesperanzado. Vive aquí ahora. La vida es tremendamente dichosa, se está derramando aquí y tú estás buscando en otro lugar. Está justo delante de tus ojos, pero tus ojos se han alejado, miran el horizonte. Está dentro de ti, pero no estás allí.

No estoy a favor de la esperanza, no estoy a favor de la desesperanza. Estoy en contra de todo extremismo. Todo exceso es inútil.

Buda solía decir: 'Mi camino es el camino intermedio: majjhim nikaya’. Ese es el camino de la trascendencia”.

¿Podemos al parecer, aprender mucho de esta crisis?

“Esta tierra nunca ha estado tan enferma; nunca ha estado tan en peligro de nuevas enfermedades....

Pero se necesita una vista a vuelo de pájaro para mirar al mundo en conjunto, como una unidad. Nuestros problemas nos han llevado a una situación en la que, o bien tendremos que suicidarnos o tendremos que transformar el ser humano, sus viejas tradiciones, sus condicionamientos. Esos condicionamientos y sistemas educativos, esas religiones que el hombre ha seguido hasta ahora, han contribuido a esta crisis. Este suicidio global es el resultado final de todas nuestras culturas, todas nuestras filosofías, todas nuestras religiones. Todos ellos han contribuido a ello, de maneras extrañas, porque nadie pensó en el todo; todo el mundo ha estado mirando una pequeña parte, sin preocuparse por el todo”.

¿Cómo podemos manejar esa vista a vuelo de pájaro que nos ayuda a entender y manejar esta tierra enferma?

"Abandona la esperanza.

A la esperanza se debe que te estés perdiendo la existencia. Y este es el problema, el círculo vicioso: cuanto más te pierdes la existencia, más tienes esperanzas; cuanto más tienes esperanzas, más te equivocas. Una vez que miras la esperanza en profundidad - su estructura, su control sobre ti – sólo al verla, la esperanza cae por su propio peso. De repente estás aquí y ahora, y verás como si una cortina hubiera caído de tus ojos, una cortina ha caído de tus sentidos. Te volverás tremendamente fresco y joven, y verás un mundo totalmente luminoso a tu alrededor. Los árboles serán verdes, pero de una manera diferente: tremendamente verdes, y el verde será luminoso. El mundo se convertirá inmediatamente en un mundo psicodélico. Lo es; tus ojos están tan cubiertos de polvo que no puedes ver lo psicodélico que te rodea por todas partes.

Abandona la esperanza... Cuando abandonas la esperanza no hay posibilidad de volverse un desesperado, porque la desesperanza existe sólo por la esperanza".

Después de abandonar la esperanza, y aceptar la realidad tal como es, ¿qué otra manera hay de evitar que las cosas vayan mal?

"En la meditación, nada sale mal, nunca.

Sin la meditación, todo va mal.

Nada va bien sin la meditación; toda tu vida va mal. Vives sólo con esperanza, pero tus esperanzas nunca se cumplen...

La meditación es la única cosa con una garantía absoluta de que nada va mal con ella. Únicamente te revela a ti tu existencia; ¿cómo puede salir algo mal? Y no estás haciendo nada; realmente estás dejando de hacerlo todo. Estás dejando de pensar, sentir, hacer: hay un alto por completo de todas tus acciones. Sólo queda la conciencia, porque esa no es tu acción, eres tú.

Una vez que has probado tu ser, todo el miedo desaparece, y la vida se convierte en una dimensión totalmente nueva, ya no mundana, ya no es ordinaria. Por primera vez ves lo sagrado y lo divino no sólo de ti mismo, sino de todo lo que existe. Todo se vuelve misterioso, y vivir en este misterio es la única manera de vivir felizmente; vivir en este misterio es vivir bajo bendiciones que te empapan como la lluvia. Cada momento te trae bendiciones cada vez más hondas y profundas. No es que te las merezcas, sino que la vida las da de su abundancia, está sobrecargada, comparte con quien sea receptivo a ella".

No hay comentarios:

Publicar un comentario