miércoles, 28 de abril de 2021

Somos finitos e infinitos al mismo tiempo

 Yo no tenía una idea clara de lo que es la salud absoluta hasta que leí a Ohsawa.

Esa es la gran importancia de los libros, del estudio y de la lectura.
Mediante el poder de las palabras Ohsawa logró que miles de personas experimentaran la grandiosa visión de la salud absoluta.
El también hablaba y enseñaba sobre el infinito.....lo llamaba el mundo infinito y mostró con gran habilidad la grandeza y el poder de este mundo infinito donde todos los sueños se realizan en forma instantánea.
Los grandes maestros espirituales y los grandes sabios dicen básicamente lo mismo con respecto a este mundo infinito.
Allí la velocidad es infinita; basta imaginar algo para crearlo.
Imagino una casa grande y lujosa y ya es mía....instantáneamente.
Imagino una salud infinita y ya comienza a vitalizar todas mis células.
Imagino una gran desarrollo de mi actividad profesional y esto ocurre en fracciones de segundo.
Otros maestros llaman a este mundo, la cuarta dimensión.
Nuestro mundo denso tiene tres dimensiones y allí todo se consigue con gran esfuerzo y dificultad; muchas veces las personas compiten por la posesión de bienes o valores.
Pero en la cuarta hay bienes infinitos y valores infinitos y no hay necesidad de competir; tomamos todo lo que deseamos y podemos tomar más y regalarlo a quien queramos.
En un despertar colectivo del planeta muchas personas accederán a la cuarta dimensión y se volverán poderosos manifestadores.
La creación (visión) es fácil e instantánea, pero la manifestación lleva los procesos largos del mundo tridimensional.
Es fácil para los que están entrenados y muy difícil para el resto.
Es fácil para los que tienen una nutrición yin (base vegetal) y muy difícil para los que están duros y tensos por una dieta de base animal (yang).
Por eso es un doble error tomar proteína animal todos los días y sobre todo como alimento principal.
Además de endurecer las arterias y estrechar el aporte de sangre y oxígeno al cerebro y al resto de los órganos vitales, impide expandir la visión interior y contemplar el mundo infinito.
Las personas así de contraídas le temen al infinito y prefieren un dios antropomorfo al que le pueden hablar y pedir como si fuera su abuelo.
Por eso la macrobiótica no es únicamente un método para curar las enfermedades físicas.
Es también un ingreso al mundo infinito por la puerta principal.
Y allí crear cualquier sueño sin pedir ayuda a nadie, porque cuando entramos en el mundo infinito nos volvemos infinitos y lo que es infinito no necesita suplicar ni mendigar.
Y por eso el desarrollo de la conciencia mediante el estudio y la meditación es aún más importante que el desarrollo del cuerpo mediante la gimnasia y la cultura física.
Pero ambos son necesarios porque somos finitos e infinitos al mismo tiempo.

-Martín Macedo-

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