domingo, 5 de abril de 2020

Somos fuertes, infinitamente fuertes.


No somos débiles.
Somos fuertes, infinitamente fuertes.
En realidad una parte nuestra es fuerte y la otra es débil.
Porque somos seres duales, yin y yang simultáneamente.
Somos jóvenes y maduros, masculinos y femeninos, ricos y pobres.
No podemos negar estos aspectos porque una parte del mundo está oscura y la otra brilla con la luz del mediodía.
Una parte del mundo está en otoño y la otra en primavera.
Hay todo tipo de personas y por eso hay todo tipo de sueños.
Algunas personas tienen el objetivo de reducir la población a 500 millones.
Y lo están intentando.
Y parece que lo están logrando.
Pero no les es nada fácil porque los seres humanos somos todos chispas divinas, destellos de la inteligencia infinita y somos el resultado de miles de generaciones que se han superado frente a todas las adversidades.
Somos los descendientes de los mejores, como somos el resultado de la mejor célula reproductiva de nuestro padre que tuvo que vencer a 800 millones de aspirantes a convertirse en nosotros.
Pero estas personas piensan que somos demasiados y que el mundo estaría mejor si no fuéramos tantos.
Por ello debemos preparar nuestra defensa.
Nuestra principal arma defensiva es nuestra mente.
Porque nuestra mente es creadora…..puede crear debilidad o puede crear fuerza.
Para poder aniquilarnos primero nos deben convencer de que somos débiles, de que no podemos frente a los microorganismos tanto naturales como producidos con fines militares.
Si nuestra mente acepta que un simple microbio puede destruirnos o dañarnos seriamente simplemente por exponernos a él o por el simple ingreso a nuestro organismo, ya estamos derrotados.
Aunque estemos aislados socialmente, aunque desinfectemos escrupulosamente todos nuestros alimentos, ropa y utensilios, nuestro constante temor nos hará encontrar tarde o temprano con el temible enemigo.
Porque nuestro temor constante lo atraerá, nuestras visiones cargadas de emoción (visualización creativa) los atraerá a nuestra experiencia.
Si logran convencernos, a millones de mentes de que nuestros sistemas inmunes no pueden vencer a los gérmenes de moda sus intenciones oscuras tendrán éxito.
Y podrán reducir la población mundial a 1 millón si lo desean, pero antes deberán hacernos creer que somos débiles.
Los que tienen más miedo serán los primeros en morir.
Los que asumimos nuestra fuerza infinita nos adaptaremos como lo hicieron nuestros ancestros.
Nuestra fuerza defensiva se basa en un cuerpo fuerte.
Nuestro cuerpo es como la fortaleza de las ciudades antiguas…si tenían buenas murallas podían soportar el asedio de los piratas o de las hordas bárbaras que invadían para saquear y robar.
La salud del cuerpo es la fuerza del cuerpo, cuando cae la salud el cuerpo queda indefenso y por eso es fácil de asustar.
Si nos enfocamos en manifestar la fuerza infinita, tarde o temprano se expresará en el mundo físico.
Porque todo lo que es antes fue.
Todo lo que es existe porque alguien lo imaginó.
Y creyó en su propio poder de manifestar.
Porque comprendió la naturaleza creadora de la mente.
No hay mentes perversas.
Hay propósitos perversos.
No hay mentes nobles.
Sólo propósitos nobles.
La mente es sólo una matriz que reproduce las semillas que allí son puestas.

-Martín Macedo-

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