"La idea del karma ha sido incorrectamente divulgada. Cada acción tiene su consecuencia, pero no en algún momento remoto de una vida futura. La acción y la consecuencia forman parte de un mismo proceso, como la siembra y la cosecha".
"La integridad interior sólo aparece cuando dejas de hacer responsables a los otros, cuando dejas de achacar tu sufrimiento a los demás y empiezas a darte cuenta de que el único causante eres tú. Madurar es aceptar que todo lo que ocurre es obra tuya. Esa es la verdadera ley del karma".
"¿Cuál es la ley del karma?
De hecho no es una ley, porque no hay nadie detrás como legislador. Por el contrario, es intrínseca a la misma existencia. Es la naturaleza de la vida: aquello que siembras, recoges. Pero es más complejo, no es tan simple, no es tan obvio. Para ponerlo más claro, trata de comprenderlo de un modo psicológico, porque la mente moderna sólo puede entender algo si se explica de un modo psicológico. En el pasado, cuando se habló de la ley del karma -cuando el Buda habló y cuando Ma-havira habló-, se usaron analogías físicas y fisiológicas. El ser humano ha ido más allá, se ha alejado mucho de eso. Ahora vive más en lo psicológico, por eso esto ayudará. Cualquier crimen que cometemos en contra de nuestra propia naturaleza, todos sin excepción, quedan grabados en nuestro inconsciente -lo que los budistas llaman alayavigvan, el almacén de la consciencia-, todos los crímenes. ¿Y qué es un crimen? Esto no es un crimen porque lo diga la ley de Manu, (*), esa ley ya no tiene importancia; no lo es porque lo digan los diez mandamientos, eso también ha dejado de tener importancia; no porque determinado gobierno diga que es un crimen, porque eso está continuamente cambiando. Algo es un crimen en Rusia y eso mismo no lo es en América. Algo es un crimen de acuerdo a la tradición hindú y lo mismo no lo es de acuerdo a la tradición musulmana. Entonces, ¿qué es un crimen? Tiene que haber una definición universal. Mi definición es: un crimen es aquello que va en contra de tu naturaleza, aquello que va en contra de ti mismo, de tu ser. ¿Y cómo reconocer un crimen? Siempre que cometes un crimen se graba en tu inconsciente. Se graba de una cierta manera: se graba y comienza a producirte un sentimiento de culpa. Empiezas a despreciarte a ti mismo, a sentirte indigno, a sentir que no eres como deberías ser. Algo en tu interior se endurece, se cierra. Dejas de fluir como lo hacías antes. Hay algo que se ha vuelto sólido, se ha helado; eso duele, trae dolor, y te hace sentir indigno. (*) Filósofo hindú de la antigüedad. Karen Horney tiene una buena palabra para describir el inconsciente que percibe y recuerda. Dice "lo registra". Me gusta..., lo registra. Registra todo lo que haces automáticamente. Si has sido amoroso, registra que eres amoroso; te da un sentimiento de dignidad. Si has estado odiando, enfadado, si has sido destructivo, deshonesto, lo registra y te da un sentimiento de indignidad, un sentimiento de estar por debajo de lo humano, un sentimiento de inferioridad. Y siempre que te sientes indigno te sientes separado del flujo de la vida. ¿Cómo puedes fluir con la gente cuando estás escondiendo algo? Fluir sólo es posible cuando te expones, cuando estás disponible, totalmente disponible. Si has estado engañando a tu mujer, viendo a otra, no puedes estar totalmente con tu mujer. Es imposible, porque lo registra: en el fondo de tu inconsciente sabes que has sido deshonesto, en el fondo de tu inconsciente sabes que la has traicionado, en el fondo de tu inconsciente sabes que tienes que esconderlo, que no tienes que desvelarlo. Si tienes algo que esconder, si tienes algo que ocultar en secreto a tu amada, se creará una distancia; cuanto más grande sea el secreto, mayor será la distancia. Si hay demasiados secretos entonces estás completamente cerrado. No puedes relajarte con esta mujer, y no puedes permitir que esta mujer se relaje contigo porque tu tensión produce tensión en ella, su tensión te pone incluso más tenso a ti, y esto se mantiene, creando un círculo vicioso. Sí, queda registrado en nuestros libros, en nuestro ser. Recuerda, Dios no tiene unos libros con todo apuntado: ésta era la antigua manera de decir lo mismo. ¡Tu ser es el libro! Todo lo que eres y todo lo que haces está siendo constantemente registrado. No es que haya alguien apuntándolo; es un fenómeno natural. Si has estado mintiendo queda registrado que estás mintiendo, y ahora tienes que proteger esas mentiras, y para proteger una mentira tendrás que contar mil mentiras, y de nuevo, para proteger esas mil mentiras tendrás que seguir y seguir y seguir. Te conviertes poco a poco, en un mentiroso crónico. La verdad se convierte en algo imposible para ti, porque ahora decir una verdad será peligroso. Fíjate cómo va todo junto: si cuentas una mentira en se¬guida invitas a muchas mentiras -los parecidos se atraen-, y entonces la verdad no es bienvenida, porque a la oscuridad de la mentira no le gusta la luz de la verdad. Por eso, incluso cuando tus mentiras no se encuentren en peligro de ser descubiertas, serás incapaz de decir la verdad. Si dices una verdad, invitas a muchas otras verdades; los semejantes se atraen. Si eres naturalmente sincero es difícil mentir, ni siquiera una vez, porque toda esa verdad te protege. Y es un fenómeno natural. No hay ningún Dios guardando un libro. Tú eres el libro. Tú eres el Dios, tu ser es el libro. Abraham Maslow dice: «Si hacemos algo de lo que estamos avergonzados, se registra en nuestro descrédito. Si hacemos algo bueno, se registra en nuestro crédito». Puedes fijarte, puedes observarlo. La ley del karma no es algo filosófico, no es una abstracción. Es simplemente una teoría que explica una verdad en el interior de tu ser. El resultado neto es: o nos respetamos a nosotros mismos, o nos despreciamos y nos sentimos viles, in-dignos y no merecedores de amor. En cada momento, te estás creando a ti mismo; de tu ser surgirá una gracia o una desgracia: esa es la ley del karma. Nadie puede evitarla. Nadie debería tratar de engañar al karma, porque es imposible. Observa..., y una vez que lo entiendes todo comienza a cambiar. Una vez que conozcas su inevitabilidad, serás una persona completamente distinta".
De hecho no es una ley, porque no hay nadie detrás como legislador. Por el contrario, es intrínseca a la misma existencia. Es la naturaleza de la vida: aquello que siembras, recoges. Pero es más complejo, no es tan simple, no es tan obvio. Para ponerlo más claro, trata de comprenderlo de un modo psicológico, porque la mente moderna sólo puede entender algo si se explica de un modo psicológico. En el pasado, cuando se habló de la ley del karma -cuando el Buda habló y cuando Ma-havira habló-, se usaron analogías físicas y fisiológicas. El ser humano ha ido más allá, se ha alejado mucho de eso. Ahora vive más en lo psicológico, por eso esto ayudará. Cualquier crimen que cometemos en contra de nuestra propia naturaleza, todos sin excepción, quedan grabados en nuestro inconsciente -lo que los budistas llaman alayavigvan, el almacén de la consciencia-, todos los crímenes. ¿Y qué es un crimen? Esto no es un crimen porque lo diga la ley de Manu, (*), esa ley ya no tiene importancia; no lo es porque lo digan los diez mandamientos, eso también ha dejado de tener importancia; no porque determinado gobierno diga que es un crimen, porque eso está continuamente cambiando. Algo es un crimen en Rusia y eso mismo no lo es en América. Algo es un crimen de acuerdo a la tradición hindú y lo mismo no lo es de acuerdo a la tradición musulmana. Entonces, ¿qué es un crimen? Tiene que haber una definición universal. Mi definición es: un crimen es aquello que va en contra de tu naturaleza, aquello que va en contra de ti mismo, de tu ser. ¿Y cómo reconocer un crimen? Siempre que cometes un crimen se graba en tu inconsciente. Se graba de una cierta manera: se graba y comienza a producirte un sentimiento de culpa. Empiezas a despreciarte a ti mismo, a sentirte indigno, a sentir que no eres como deberías ser. Algo en tu interior se endurece, se cierra. Dejas de fluir como lo hacías antes. Hay algo que se ha vuelto sólido, se ha helado; eso duele, trae dolor, y te hace sentir indigno. (*) Filósofo hindú de la antigüedad. Karen Horney tiene una buena palabra para describir el inconsciente que percibe y recuerda. Dice "lo registra". Me gusta..., lo registra. Registra todo lo que haces automáticamente. Si has sido amoroso, registra que eres amoroso; te da un sentimiento de dignidad. Si has estado odiando, enfadado, si has sido destructivo, deshonesto, lo registra y te da un sentimiento de indignidad, un sentimiento de estar por debajo de lo humano, un sentimiento de inferioridad. Y siempre que te sientes indigno te sientes separado del flujo de la vida. ¿Cómo puedes fluir con la gente cuando estás escondiendo algo? Fluir sólo es posible cuando te expones, cuando estás disponible, totalmente disponible. Si has estado engañando a tu mujer, viendo a otra, no puedes estar totalmente con tu mujer. Es imposible, porque lo registra: en el fondo de tu inconsciente sabes que has sido deshonesto, en el fondo de tu inconsciente sabes que la has traicionado, en el fondo de tu inconsciente sabes que tienes que esconderlo, que no tienes que desvelarlo. Si tienes algo que esconder, si tienes algo que ocultar en secreto a tu amada, se creará una distancia; cuanto más grande sea el secreto, mayor será la distancia. Si hay demasiados secretos entonces estás completamente cerrado. No puedes relajarte con esta mujer, y no puedes permitir que esta mujer se relaje contigo porque tu tensión produce tensión en ella, su tensión te pone incluso más tenso a ti, y esto se mantiene, creando un círculo vicioso. Sí, queda registrado en nuestros libros, en nuestro ser. Recuerda, Dios no tiene unos libros con todo apuntado: ésta era la antigua manera de decir lo mismo. ¡Tu ser es el libro! Todo lo que eres y todo lo que haces está siendo constantemente registrado. No es que haya alguien apuntándolo; es un fenómeno natural. Si has estado mintiendo queda registrado que estás mintiendo, y ahora tienes que proteger esas mentiras, y para proteger una mentira tendrás que contar mil mentiras, y de nuevo, para proteger esas mil mentiras tendrás que seguir y seguir y seguir. Te conviertes poco a poco, en un mentiroso crónico. La verdad se convierte en algo imposible para ti, porque ahora decir una verdad será peligroso. Fíjate cómo va todo junto: si cuentas una mentira en se¬guida invitas a muchas mentiras -los parecidos se atraen-, y entonces la verdad no es bienvenida, porque a la oscuridad de la mentira no le gusta la luz de la verdad. Por eso, incluso cuando tus mentiras no se encuentren en peligro de ser descubiertas, serás incapaz de decir la verdad. Si dices una verdad, invitas a muchas otras verdades; los semejantes se atraen. Si eres naturalmente sincero es difícil mentir, ni siquiera una vez, porque toda esa verdad te protege. Y es un fenómeno natural. No hay ningún Dios guardando un libro. Tú eres el libro. Tú eres el Dios, tu ser es el libro. Abraham Maslow dice: «Si hacemos algo de lo que estamos avergonzados, se registra en nuestro descrédito. Si hacemos algo bueno, se registra en nuestro crédito». Puedes fijarte, puedes observarlo. La ley del karma no es algo filosófico, no es una abstracción. Es simplemente una teoría que explica una verdad en el interior de tu ser. El resultado neto es: o nos respetamos a nosotros mismos, o nos despreciamos y nos sentimos viles, in-dignos y no merecedores de amor. En cada momento, te estás creando a ti mismo; de tu ser surgirá una gracia o una desgracia: esa es la ley del karma. Nadie puede evitarla. Nadie debería tratar de engañar al karma, porque es imposible. Observa..., y una vez que lo entiendes todo comienza a cambiar. Una vez que conozcas su inevitabilidad, serás una persona completamente distinta".
Osho.hermano y amigo
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