sábado, 2 de diciembre de 2017

El gluten no es problema.

El gluten no es el villano.
"Cuando evito el gluten ando bien, así que me alejo del gluten y se terminan mis problemas".
Así razonan las cantidades crecientes de personas que no toleran el gluten o que tienen trastornos digestivos asociados.
Creen que su mala salud se debe a la ingesta consciente o accidental de gluten.
Y cuando lo evitan estrictamente recuperan la salud.
Algunas personas me han criticado porque "defiendo" al gluten.
Creo firmemente que los cereales son el fundamento de la nutrición humana y de la salud humana.
El gluten forma parte de la estructura de los cereales.
Los cereales son sagrados para el humano.
El gluten forma parte de esta maravilla llamada "cereal".
Es una proteína que se encuentra en algunos cereales.
Cristo consumía gluten y también sus discípulos.
Los grandes patriarcas del Antiguo Testamento lo consumían.
Leonardo da Vinci, Bach, Beethoven, Miguel Antel Buonarotti todos adoraban el pan de trigo.
Y lo consideraban una bendición.
Hipócrates recomendaba el consumo de pan y tenía diferentes preparaciones de trigo para diferentes enfermedades.
Culpar al gluten es como culpar a los virus.
El problema no es el gluten.
Es la degradada calidad de los cereales modernos.
Es la inestabilidad del sistema inmunológico que está hiperactivo y reacciona de una forma auto-destructiva.
El gluten es sólo el detonante.
Si evito el gluten no curé nada.
Porque el trastorno del sistema inmune seguirá allí sin ser tocado.
Curar la enfermedad celíaca en profundidad implica que la persona ordene y sane su sistema inmune.
Entonce podrá comer con gluten como todos los demás no celíacos.
Podrá tomar pan o avena y no tener síntomas.
Quiero motivar a las personas a que profundicen su comprensión y se fijen el objetivo de crear una salud poderosa.
Porque la supresión de gluten suprime los síntomas.
Pero no cura el trastorno de fondo.
Es una solución sintomática, pero no curativa.
Porque la verdadera salud es auto curación y se requiere elevar el nivel de juicio del paciente.
Y eso no se enseña en las escuelas de medicina de la actualidad.
Pero se hará en el futuro.
Porque el propósito más elevado de la ciencia médica debería ser la salud en sus niveles más grandiosos para el goce de la vida de todos los seres vivientes.

Martín Macedo-

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